Recientemente los acontecimientos vividos en el norte de África en países como Túnez o Egipto han puesto de relieve que algo se esta moviendo en la epidermis de las sociedades que oprimidas por la falta de democracia y libertades públicas alzan su voz en pos de la defensa de la igualdad y el progreso. Sin lugar a dudas movimientos como el de la revolución de los jazmines o el espíritu de la Plaza Tahir han puesto de manifiesto un hecho a todas luces innegable, una verdad que no es otra que la de que el poder imparable del pueblo movilizado es la herramienta de transformación más fuerte con la que cuenta la ciudadanía. es esta revolución pacifica que hoy ocupa las calles y las plazas de diferentes países pidiendo igualdad, justicia y libertad la que Ghandi impulso en la India Colonial frente a la opresión inglesa de un pueblo, en este caso el Indio que a través de la lucha no violencia logro sus objetivos.
Hoy son los ciudadanos y ciudadanas de países como Túnez, Egipto, Argelia y Marruecos los que lanzan un doble mensaje al mundo; por un lado el de que con una movilización valiente de la ciudadanía se logra poner en jaque a la tiranía oligárquica de quienes disfrazados en forma de poder político hacen de la privación de Derechos una realidad del día a día-
Por otra parte, el movimiento de revolución ciudadana norteafricano se presenta como la victoria del pueblo frente a los poderes políticos,económicos o mediáticos, haciendo posible que este mismo modelo de movilización se presente como herramienta útil en otros países para hacer frente a los poderes que oprimen a los más débiles.
Son los movimientos sociales, medioambientales y por una globalización justa los que ahora más que nunca ven en su movimiento ciudadano un instrumento de cambio que haga posible que la sociedad del siglo XXI se configure en torno al cumplimiento de los Derechos Humanos y Libertades en cada rincón de un mundo en donde la injusticia se vive por las 2/3 partes de una ciudadanía global que en este principio de siglo mira a Túnez y Egipto con la esperanza de que estas experiencias hayan marcado el inicio del cambio global.