Tras pasar un día después de la machada del Sporting, todos los medios de comunicación siguen recogiendo el punto conseguido por los rojiblancos ante el Fútbol Club Barcelona.
Barral, el autor del gol asturiano, no pudo definir mejor lo ocurrido sobre el terreno de juego, al declarar al finalizar del mismo “que posiblemente no se había jugado bien, y que se pedía perdón por las patadas y porque el equipo se encerrara atrás pero era la única manera de frenar a los blaugranas”.
El gaditano despertó su olfato goleador, tarde, pero despertó. Hasta esta segunda vuelta, el delantero no estaba teniendo suerte de cara a portería, hecho que está cambiando tras comenzar a ver puerta sobre todo de forma decisiva.
El Sporting demostró, pese a lo arriesgado que pudiera parecer, que el trabajo y el sacrificio tienen su recompensa. Y aunque el golazo de Villa a falta de quince minutos fuera una estocada, conseguir un punto ante los culés, fue todo un premio.
Ahora queda centrarse en el próximo encuentro en el que los de Preciado se verán las caras, otra vez de sábado, ante el Valencia. Otro partido ante un rival difícil, en él que el técnico de Astillero va a tener que volver a cambiar el once titular.
La baja de David Barral, al ver la quinta tarjeta amarilla, es la baja más notable. Todo parece indicar que Sangoy volverá a ocupar la titularidad en la zaga ofensiva. Los que sí van a volver al once inicial son Gregory y Lora tras cumplir ambos un partido de sanción.
El cambio que realizó Preciado en el medio campo, sentando a sus dos jugadores fetiches, Eguren y Rivera, dando prioridad al reciente fichaje, André Castro y a la joven promesa rojiblanca Nacho Cases. Un medio campo un poco más ofensivo, que dio resultados sobre todo en la primera parte, donde los rojiblancos plantaron cara al Barça, jugándoles de tú a tú.
Otros dos que tienen la titularidad ganada a golpe de trabajo bien hecho son: el guardameta Cuéllar y el central Iván Hernández. El primero está teniendo unas actuaciones decisivas en los últimos tres encuentros, con unas paradas determinantes a la hora de ganar o simplemente conseguir algún punto.
Por su parte, Iván Hernández, comenzó la temporada en el banquillo y se ha alzado con un puesto por lucha, por dar seguridad y por buen juego. El madrileño, junto con Lora, son los jugadores más regulares de la zaga defensiva asturiana, manteniendo un buen nivel en cada encuentro.
El sábado pasado demostró todo eso y más, ya que no sólo salió airoso de los envites de los Messi, Villa, etc…sino que también se permitió salir con el balón controlado, sin importarle el rival.
Ahora sólo queda preparar el encuentro del sábado en Mestalla. Un encuentro al que se va ir con respeto ante el rival, pero sin miedo a ir por la victoria desde el primer minuto. Y es que el cambio de actitud de los de Preciado de unas jornadas para acá, esta dando resultados positivos.