La Unión vive probablemente su semana más complicada de la temporada. La racha de resultados es la peor de la historia del club y las especulaciones sobre las causas y las posibles soluciones no cesan en el entorno
Es evidente que el fútbol es un deporte resultadista y en Salamanca este año se está pudiendo comprobar con creces. Cuando el equipo marchaba arriba todo era una balsa de aceite, mientras que ahora con el equipo en plena caída nada se libra de las críticas; tenga cuidado, querido lector,si tiene pensado pasar estos días por salamanca, no siendo que también sea examinado con lupa.
Cada vez son más los que centran sus críticas en el entrenador, Óscar Cano, tachándole de filósofo del fútbol, y de no transmitir a sus jugadores los conceptos mínimos para sacar un equipo profesional adelante. Se le reprocha la facilidad pasmosa con la que el equipo encaja goles a balón parado o el victimismo con el que afronta los partidos, resaltando siempre los jugadores y virtudes de los rivales.
También abundan en los foros unionistas quienes señalan a los jugadores y sus salidas nocturnas como causa de la crisis. Ésta historia está muy vista en Salamanca, por lo que muchos seguidores están hartos de encontrarse casi cualquier día de la semana a integrantes de la plantilla a horas poco recomendables para quien tiene que entrenar a la mañana siguiente.
Otros ponen a Balta en el centro de sus dianas. Dudan de la capacidad del Director Deportivo para hacer plantillas competitivas, aun reconociendo el ínfimo presupuesto del que dispone para ello. Pero un equipo que se salvó agonicamente el año pasado y otro con el que muchos firmarían ese mismo desenlace no hablanmuy bien de su labor.
Lo cierto es que por supuesto que no está bien callarse si uno ve cosas que le mosquean, pero lo cierto es que la situación tiene solución todavia, de hecho ni siquiera se ha entrado en puestos de descenso, por lo que lo más inteligente sería que todos remáramos en la misma dirección para conseguir que las aguas vuelvan a su cauce y se pueda seguir viendo fútbol profesional en Salamanca.