El empate cosechado en Sevilla y la seria y rocosa imagen que dio el equipo supuso que desde el pasado mes de noviembre el equipo no encajara ningún gol y mantuviese la portería a cero.
Un dato para el optimismo si analizamos la dimensión del partido y la racha con la que el Málaga llegaba a Nervión. Quizás estemos ante el partido más defensivo del equipo en lo que va de Liga pero a veces puntos como el del domingo te permite mantener la categoría. Efectividad vs. vistosidad.
La solidez de la pareja de centrales formada por Weli y Demichelis además de la buena actuación defensiva de Camacho y Recio originaron que el Sevilla no inquietase la portería de Arnau. El portero catalán tuvo que sustituir a Asenjo que desafortunadamente tuvo que salir del terreno de juego por una lesión muy similar en su rodilla derecha. Entre lágrimas, el cancerbero salió ovacionado del Pizjuán y no se espera un diagnóstico nada halagüeño.
El canterano Recio sigue mostrando su magistral juego y deja más que patente que es el medio centro con mayor proyección del club. Su desparpajo, calidad, aporta un aire de frescura al equipo que ahora mismo lo sitúa como un verdadero líder en la creación de fútbol. Duda y Recio pueden ser claves para que el equipo de Pellegrini salga hacia adelante y empiece a ganar los partidos que realzarán al conjunto malacitano.
Esta próxima jornada, el equipo del Ingeniero sí tiene una verdadera final en La Rosaleda. Llega el Getafe de Michel que fuera de casa lo pasa mal. Aquí solo vale ganar, una proclama muy repetitiva ahora mismo por Martiricos pero esta jornada más que nunca es una realidad incuestionable.