La selección española de balonmano consiguió brillantemente el bronce en el pasado Mundial de Suecia que finalizó el pasado domingo. Fue otro histórico éxito para el balonmano español tras el oro conseguido en el Campeonato del Mundo de 2005, la plata en el Europeo de 2006 y el bronce en los Juegos Olímpicos de 2008, sin olvidar el resto de metales en campeonatos de Europa y Juegos de años precedentes.

En todas ellas se perdió la oportunidad de aprovechar esos enormes triunfos para saber vender y relanzar este deporte en nuestro país, una disciplina que históricamente no para de dar a España éxitos a nivel de clubes y también con la selección. Tampoco se le ha sabido reconocer el mérito que tiene y vive casi en un ostracismo mediático. Ahora con el sorprendente e ilusionante tercer puesto en el reciente Mundial de Suecia, se le presenta otra ocasión inmejorable para dar un definitivo empujón al balonmano en España.

No podemos dejar que este éxito caiga otra vez en saco roto y debemos entre todos los amantes y profesionales relacionados con este deporte unirnos para exigir un meritorio reconocimiento por todos, desde las instituciones hasta los medios de comunicación. Además, el Mundial de 2013 se disputará en España, otro motivo más que importante para aprovechar este momento vistas a la organización de nuestro país de la máxima competición internacional a nivel de selecciones.

Es el momento propicio para que la situación del balonmano en España cambie. Paradojas de la vida, se acaba de lograr un bronce en el campeonato del Mundo, pero la situación es bien distinta en la Liga Asobal, donde muchos clubes pasan unas penurias económicas más que preocupantes, como son los casos de equipos modestos como el Alcobendas, el Arrate o el Antequera, o incluso algunos históricos como el Granollers. No podemos permitir la gente que quiere a este deporte que el balonmano a nivel de clubes se muera en España.
Sólo hay una solución para mejorar la preocupante situación que vive la competición

doméstica de nuestro país. La unión de todos, patrocinadores, aficionados, instituciones, medios de comunicación, etc., para superar una crisis económica que está haciendo mucha mella al balonmano. Es el momento que desde las escuelas y los polideportivos se ayude a los chavales que comienzan a jugar a este bello deporte, porque la base es el futuro del balonmano. Los sponsors y las fundaciones tienen que poner su indispensable granito de arena en forma de dinero para financiar a esos clubes que tanto lo necesitan, pero para que ocurra esto, también es vital que los aficionados y los medios vayan todos cogidos de la mano.

No podría imaginarme mi vida sin balonmano y mucha gente a lo mejor desconoce la preocupante situación que vive este deporte en España a nivel de clubes. El bronce conseguido de manera brillante en Mundial no puede caer en el olvido tan fácilmente, porque es otra muestra que este deporte se merece estar entre los más grandes y más espectaculares del mundo. Tenemos que mirar hacia Alemania o Dinamarca para aprender de los errores y copiar las excelentes gestiones económicas que se están llevando a cabo en estas naciones, donde el balonmano es casi una religión y donde puedes ver pabellones con más de diez mil espectadores.