Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Fútbol
Etiquetas | Analisis Betis
Mario Pérez

Cuadrado sin magia

|

La derrota de Granada el domingo pilló desprevenido al beticismo. Acostumbrado a ganar, con los labios llenos de la sabrosa miel de la victoria durante jornadas, se llegó a Villarreal y se perdió; y todo se prometía reconfortante en la vuelta a los duelos andaluces, pero el mazazo granadino fue para los verdiblancos un mal corte en la digestión de alegría a los que les tiene acostumbrados este Betis.

Pepe Mel cambió el dibujo, se inventó otro Betis distinto al que conocemos, y como bien dicen, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. El Betis dio la razón al refranero cuando quiso improvisar una nueva melodía siguiendo un nuevo libreto, y el nuevo pentagrama bético no pudo ser más desafortunado.

Volvió el famoso cuadrado mágico, que en su día trajo a España el controvertido Wanderley Luxemburgo, y como entonces, no funcionó. Mel dispuso a todos los tocones junto a los trabajadores en la medular sin un solo jugador de banda. Iriney y Arzu más los directores Salva Sevilla y Beñat. ¿El resultado? Gran posesión, manoseo del esférico en el centro, pero 0 desborde y unas bandas descuidadas que fueron autopistas para los extremos rápidos del Granada. Las alas granadinas fueron autoras de un meneo mayúsculo y cuando el Betis quiso poner verticalidad sobre el césped, los verdiblancos ya eran marionetas a la deriva movidas por las manos de un crecidísimo Granada.

Quizá la mayor sorpresa no fue que el Betis perdiera, sino que nos diéramos cuenta de que Pepe Mel a veces es humano y también se equivoca. Lo hizo muy poco en toda la temporada, pero el error de Granada hizo muchísima sangre a un Betis que ahora empata a puntos con el Rayo, que desde la segunda plaza ya les pisa los talones a los béticos.

Como decía la canción de Bruce Springsteen, “todo el mundo tiene un corazón hambriento”, una realidad en esta Liga Adelante, en la que el Betis es el gran rival al que todos, y en especial los aspirantes al ascenso, quieren tumbar. Pepe Mel y su grupo de gladiadores béticos deben estar preparados, siendo poderosos en el ring con sus armas de toda la vida. Por supuesto que saben jugar muy bien en el medio, y Salva Sevilla y Beñat son directores de categoría; pero el pentagrama del Betis aún con cierta asimetría, siempre pasa por la banda y el desborde; por la rapidez y el descaro que ya se demostró en Barcelona.

No estarán para volver a la senda de la normalidad ni Juande ni Rodri, cedidos a Granada y Cartagena respectivamente, para que tomen un rol protagonista que les permita ser más importantes cuando vuelvan a vestirse de verdiblanco. Tampoco estará Emaná, cada vez más cerca de recuperarse de su lesión. La vuelta del camerunés vendría muy bien, pero no es imprescindible para conseguir el triunfo. Sin él, aunque con más trabajo; el Betis ya ha conseguido deslumbrar a todos con su juego, pero siendo el Betis de siempre, con manoseo y desborde. El cuadrado mágico estaba bien para aquel grupo de ilusionistas brasileños que se coronaron campeones en Korea, pero no para un Betis que solo siendo él mismo toca, desborda y mata componiendo una melodía que quizá no tenga magia, pero al bético casi siempre le hace ganar y soñar...

Cuadrado sin magia

Mario Pérez
Mario Pérez
jueves, 3 de febrero de 2011, 22:45 h (CET)
La derrota de Granada el domingo pilló desprevenido al beticismo. Acostumbrado a ganar, con los labios llenos de la sabrosa miel de la victoria durante jornadas, se llegó a Villarreal y se perdió; y todo se prometía reconfortante en la vuelta a los duelos andaluces, pero el mazazo granadino fue para los verdiblancos un mal corte en la digestión de alegría a los que les tiene acostumbrados este Betis.

Pepe Mel cambió el dibujo, se inventó otro Betis distinto al que conocemos, y como bien dicen, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. El Betis dio la razón al refranero cuando quiso improvisar una nueva melodía siguiendo un nuevo libreto, y el nuevo pentagrama bético no pudo ser más desafortunado.

Volvió el famoso cuadrado mágico, que en su día trajo a España el controvertido Wanderley Luxemburgo, y como entonces, no funcionó. Mel dispuso a todos los tocones junto a los trabajadores en la medular sin un solo jugador de banda. Iriney y Arzu más los directores Salva Sevilla y Beñat. ¿El resultado? Gran posesión, manoseo del esférico en el centro, pero 0 desborde y unas bandas descuidadas que fueron autopistas para los extremos rápidos del Granada. Las alas granadinas fueron autoras de un meneo mayúsculo y cuando el Betis quiso poner verticalidad sobre el césped, los verdiblancos ya eran marionetas a la deriva movidas por las manos de un crecidísimo Granada.

Quizá la mayor sorpresa no fue que el Betis perdiera, sino que nos diéramos cuenta de que Pepe Mel a veces es humano y también se equivoca. Lo hizo muy poco en toda la temporada, pero el error de Granada hizo muchísima sangre a un Betis que ahora empata a puntos con el Rayo, que desde la segunda plaza ya les pisa los talones a los béticos.

Como decía la canción de Bruce Springsteen, “todo el mundo tiene un corazón hambriento”, una realidad en esta Liga Adelante, en la que el Betis es el gran rival al que todos, y en especial los aspirantes al ascenso, quieren tumbar. Pepe Mel y su grupo de gladiadores béticos deben estar preparados, siendo poderosos en el ring con sus armas de toda la vida. Por supuesto que saben jugar muy bien en el medio, y Salva Sevilla y Beñat son directores de categoría; pero el pentagrama del Betis aún con cierta asimetría, siempre pasa por la banda y el desborde; por la rapidez y el descaro que ya se demostró en Barcelona.

No estarán para volver a la senda de la normalidad ni Juande ni Rodri, cedidos a Granada y Cartagena respectivamente, para que tomen un rol protagonista que les permita ser más importantes cuando vuelvan a vestirse de verdiblanco. Tampoco estará Emaná, cada vez más cerca de recuperarse de su lesión. La vuelta del camerunés vendría muy bien, pero no es imprescindible para conseguir el triunfo. Sin él, aunque con más trabajo; el Betis ya ha conseguido deslumbrar a todos con su juego, pero siendo el Betis de siempre, con manoseo y desborde. El cuadrado mágico estaba bien para aquel grupo de ilusionistas brasileños que se coronaron campeones en Korea, pero no para un Betis que solo siendo él mismo toca, desborda y mata componiendo una melodía que quizá no tenga magia, pero al bético casi siempre le hace ganar y soñar...

Noticias relacionadas

La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.

Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.

El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto