Durante toda la semana pasada ya se respiraba en Granada un ambiente de fútbol especial, con largas colas de abonados que querían sacar el suplemento para el partido contra el Betis, conversaciones en las que el partido era el tema principal... y es que no era para menos. La buena racha de los de Fabri les había hecho acabar la primera vuelta de la liga en puestos de promoción para ascender a Primera División.
Así llegó el ansiado domingo. Los habituales problemas para aparcar alrededor del estadio de Los Cármenes se multiplicaron, era prácticamente imposible encontrar una cafetería en la que los colores rojiblancos o verdiblancos dejaran un hueco... olía a Primera División desde incluso dos horas antes de empezar el encuentro.
El partido dio comienzo y con él la entrega de una afición que llevaba muchísimos años esperando vivir un ambiente similar. Tras una primera parte en la que el Granada pudo adelantarse y no lo hizo comenzó la segunda mitad, cuarenta y cinco minutos que la afición del Granada va a tardar en olvidar, cuarenta y cinco minutos en los que Alex Geijo y Dani Benítez no necesitaron ni mirarse, ya que sabían en todo momento lo que estaba haciendo el otro.
Los goles fueron llegando y en todos ellos estuvo presente la letal pareja del Granada ante un estadio que no se lo podía creer después de haber estado “a la deriva” durante muchas temporadas. Al término del choque Pepe Mel, entrenador del Betis, fue claro: “El Granada va a estar seguro en puestos de ascenso. El tema estará en ver si acaba entre los dos primeros”... ¿Así cómo no va a estar ilusionada la afición del Granada?