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Fernando Castellanos

Un mal negocio llamado Álex Cruz

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No hace mucho, en estas mismas líneas, comentaba las aptitudes de un chaval que, en medio de las tinieblas en la que estaba sumido el Nàstic de Tarragona, ofrecía algo de luz. Un futbolista canario de 20 años que empezaba a destacar en un conjunto en crisis constante, donde el buen fútbol no conjugaba con los resultados. Uno de los autores de ese buen fútbol, del que se informó que podía tener ofertas de Villarreal, Sevilla o Everton, se ha marchado, a coste cero, al Granada. Un mal negocio llamado Álex Cruz.




Álex Cruz, en la rueda de prensa de despedida. (www.gimnasticdetarragona.cat)


En medio de dos resultados que no han sido los esperados (dos empates en casa o, lo que es lo mismo, cuatro puntos perdidos con los que el Nàstic no ocuparía ahora puestos de descenso) y cuando el mercado de invierno llegaba a su fin, llegó la noticia. O mejor dicho, las noticias. Por un lado, la contratación hasta final de temporada de Felipe Sanchón. Hasta ahí todo correcto. La directiva cumplía los deseos de su entrenador, Joan Carles Oliva, de contar con un futbolista al que ya dirigió en L’Hospitalet y hace unos años en Grecia.

Ahora viene la otra noticia, tan inesperada como extraña. La inclusión, en la operación, de ¡Álex Cruz! No de Walter, no. No de Eloy, no. De ¡Álex Cruz! Es decir, uno de los jugadores con más futuro no sólo en el Nàstic, sino del fútbol español. Uno de los activos del club que, en cualquier caso, podría haberse marchado con dinero a cambio, no por un futbolista que apenas ha llegado a los cien minutos esta temporada. La operación es la siguiente: el Granada cede a Sanchón hasta final de curso. Como cobra demasiado (¡220.000 euros!), el conjunto andaluz pide que Álex entre en la operación para que los tarraconenses se ahorren su desorbitada ficha. Como compensación, el Granada acepta una serie de condiciones que tampoco se han hecho públicas y es ahí donde radica el cabreo monumental del aficionado. Se sabe que si el Granada vendiera al jugador canario el Nàstic se llevaría un pico. El cuánto exacto, ni idea.

El club asegura que con esta operación se piensa más en el presente que en el futuro y que, no obstante, éste tiene una baza a su favor si Álex Cruz se revaloriza en Granada y protagoniza un traspaso a otro club. El presente es salvar la categoría, pero pensar que Sanchón supera las condiciones de Cruz… U Oliva lo tiene muy claro o nos han vendido gato por liebre. En cualquier caso, la realidad es que Sanchón a final de temporada volverá a la disciplina del Granada y el Nàstic, se salve o no, no contará ni con uno ni con otro. Un negocio, cuando menos, extraño. Sí es cierto que Cruz en las últimas jornadas estaba más fuera de combate de lo habitual y que hasta Álvaro Rey le había arrebatado la titularidad. Pero de ahí a ponerle el lacito y regalarlo… Ojala me equivoque y esta transacción sirva para que no sólo el Nàstic acabe salvando la categoría, sino para que económicamente, dentro de unos años, reciba compensación.

Sólo queda despedir a Álex Cruz, un jugador que se había ganado el cariño de la afición desde la modestia, la humildad y su buen hacer por el flanco derecho. Su desparpajo, su calidad y su proyección la seguirán disfrutando en Granada. ¡Suerte Álex!... y ¡Mucha suerte, Sanchón!

Un mal negocio llamado Álex Cruz

Fernando Castellanos
Fernando Castellanos
miércoles, 2 de febrero de 2011, 22:01 h (CET)
No hace mucho, en estas mismas líneas, comentaba las aptitudes de un chaval que, en medio de las tinieblas en la que estaba sumido el Nàstic de Tarragona, ofrecía algo de luz. Un futbolista canario de 20 años que empezaba a destacar en un conjunto en crisis constante, donde el buen fútbol no conjugaba con los resultados. Uno de los autores de ese buen fútbol, del que se informó que podía tener ofertas de Villarreal, Sevilla o Everton, se ha marchado, a coste cero, al Granada. Un mal negocio llamado Álex Cruz.




Álex Cruz, en la rueda de prensa de despedida. (www.gimnasticdetarragona.cat)


En medio de dos resultados que no han sido los esperados (dos empates en casa o, lo que es lo mismo, cuatro puntos perdidos con los que el Nàstic no ocuparía ahora puestos de descenso) y cuando el mercado de invierno llegaba a su fin, llegó la noticia. O mejor dicho, las noticias. Por un lado, la contratación hasta final de temporada de Felipe Sanchón. Hasta ahí todo correcto. La directiva cumplía los deseos de su entrenador, Joan Carles Oliva, de contar con un futbolista al que ya dirigió en L’Hospitalet y hace unos años en Grecia.

Ahora viene la otra noticia, tan inesperada como extraña. La inclusión, en la operación, de ¡Álex Cruz! No de Walter, no. No de Eloy, no. De ¡Álex Cruz! Es decir, uno de los jugadores con más futuro no sólo en el Nàstic, sino del fútbol español. Uno de los activos del club que, en cualquier caso, podría haberse marchado con dinero a cambio, no por un futbolista que apenas ha llegado a los cien minutos esta temporada. La operación es la siguiente: el Granada cede a Sanchón hasta final de curso. Como cobra demasiado (¡220.000 euros!), el conjunto andaluz pide que Álex entre en la operación para que los tarraconenses se ahorren su desorbitada ficha. Como compensación, el Granada acepta una serie de condiciones que tampoco se han hecho públicas y es ahí donde radica el cabreo monumental del aficionado. Se sabe que si el Granada vendiera al jugador canario el Nàstic se llevaría un pico. El cuánto exacto, ni idea.

El club asegura que con esta operación se piensa más en el presente que en el futuro y que, no obstante, éste tiene una baza a su favor si Álex Cruz se revaloriza en Granada y protagoniza un traspaso a otro club. El presente es salvar la categoría, pero pensar que Sanchón supera las condiciones de Cruz… U Oliva lo tiene muy claro o nos han vendido gato por liebre. En cualquier caso, la realidad es que Sanchón a final de temporada volverá a la disciplina del Granada y el Nàstic, se salve o no, no contará ni con uno ni con otro. Un negocio, cuando menos, extraño. Sí es cierto que Cruz en las últimas jornadas estaba más fuera de combate de lo habitual y que hasta Álvaro Rey le había arrebatado la titularidad. Pero de ahí a ponerle el lacito y regalarlo… Ojala me equivoque y esta transacción sirva para que no sólo el Nàstic acabe salvando la categoría, sino para que económicamente, dentro de unos años, reciba compensación.

Sólo queda despedir a Álex Cruz, un jugador que se había ganado el cariño de la afición desde la modestia, la humildad y su buen hacer por el flanco derecho. Su desparpajo, su calidad y su proyección la seguirán disfrutando en Granada. ¡Suerte Álex!... y ¡Mucha suerte, Sanchón!

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