Era la etapa final en una serie de cinco partidos contra los grandes de la categoría. Con la igualada en el Mini Estadi, el resultado habla de tres victorias y dos empates. Excelente botín, teniendo además en cuenta que cuatro de los enfrentamientos se han celebrado lejos de Balaídos.
Aunque el equipo se ha dejado en Barcelona la segunda plaza, la sensación general es más que optimista. Con el Betis de bajón anímico y la victoria en Vallecas como escudo protector, el Celta comienza el próximo fin de semana una ruta que en la primera vuelta terminó con una racha de seis victorias consecutivas.
Amarillos y blaugranas están siendo una pesadilla para el Celta esta campaña (Agencias)
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Un camino dorado que se mantuvo entre el doloroso debut de temporada y el primer empate cosechado. La derrota corrió precisamente a cargo de los chicos de La Masía, y el reparto de puntos contra las futuras promesas del Villarreal. Si tenemos en cuenta el último marcador celtiña,
son ya siete los puntos que los dos filiales de Segunda han impedido sumar al club vigués. La letra 'B' se ha convertido en un símbolo de mal fario en las Rías Baixas, y el único consuelo reside en el hecho de que sólo resta por disputar el encuentro contra el 'Mini-submarino' esta temporada.
Contra los pupilos de Luis Enrique, este sábado pasado, vimos de nuevo un Celta de dos caras. El apático que no da puesto el motor en marcha contra la versión imparable. Una vez más, y es un dato más que significativo, el club gallego pudo remachar el partido si acertara con sus ocasiones de cara al gol. Cierto es que en medio de los golpes también pudo haber quedado noqueado, pero se mantiene el 'statos quo' que habla de un equipo capaz de ganar a cualquiera incluso sin contar con su mejor versión.
Estatua a De Lucas ya (temporada soberbia), acompañada de otra a un Falcón que sigue en estado de gracia. El gaditano le robó un golazo a Thiago Alcántara en la enésima parada milagrosa de la temporada. El Celta se pone a dos puntos de un Betis que todavía se recupera de la resaca copera, en un campeonato que parece haber escogido a sus tres candidatos. Por fortuna, los filiales no pueden coger el ascensor.