No ha sido una semana muy agradable, ciertamente, pese a estar llena de noticias importantes. Pensar que, por primera vez en mucho tiempo, el Partido Popular y el PSOE se han puesto de acuerdo en algo, puede resultar sorprendente a la vez que satisfactorio. Darse cuenta que ese acercamiento de posturas ha tenido lugar a costa de pisotear las opiniones de una gran mayoría de internautas para defender un modelo de producción y distribución arcaico que sólo beneficia a unos pocos, es lamentable. No, no, señoras y señores, ni para las medidas anti-crisis, lucha contra el terrorismo o presupuestos del estado. Nada de eso, se ponen de acuerdo en una medida polémica de cuya derogación hizo el PP bandera en las pasadas elecciones intentando erigirse como el defensor de los (‘pobres’) internautas. Algo, que por otro lado no debería escandalizarnos en este país lleno de incoherencias. La razón es bien sencilla, todos tienen intereses que tienen que salvaguardar. Ese acuerdo está más amañado que la entrevista que le hizo Pedro J. Ramírez a Marta Domínguez el pasado martes en su programa televisivo ‘La vuelta al mundo’.

Caso curioso es el de Álex de la Iglesia. El presidente de la Academia de cine hacía pública su dimisión el pasado martes. Las razones pueden ser varias. Las oficiales tienen una gran credibilidad. En las últimas semanas, el director de cine mantuvo un diálogo abierto con internautas sobre la citada ‘ley Sinde’ intentando encontrar puntos en común y una solución a la cuestión que fuese lo más justa posible. Admitió haberlo conseguido y presentó una serie de propuestas al gobierno, que hizo caso omiso. También se acordó de pregonar que ese no era su trabajo, sino de los miembros del gobierno. Es normal que todo esto le haya afectado como para tomar esa decisión. La ministra ha dicho no sentirse ‘responsable’. Los internautas le pidieron que fuera coherente y lo ha sido. Además, no es grato estar en el medio de un tiroteo a dos bandas, porque siempre puedes salir perjudicado. Viendo los resultados en taquilla de su última película, es lógico pensar que no debe estar muy satisfecho. ¿Tal vez pensó que su puesto como presidente de la academia le estaba comenzando a perjudicar? Es posible. Pero tal vez sea ese mismo cargo el que ha proporcionado que tenga 15 nominaciones a los Goya.

Hablando de nominaciones, han sido publicados la relación de candidatos a los Óscar entre los que figura Javier Bardem (difícil tarea superar a Colin Firth para alzarse con la estatuilla al mejor actor protagonista) como único representante de nuestro país. Por lo tanto, ‘También la lluvia’ de Icíar Bollaín se queda fuera de los 5 finalistas a la mejor película de habla no inglesa. Ya advertía la propia directora que “el camino al Oscar es muy largo” y no había nada seguro. No se equivocaba. La que sí ha entrado en ese selecto grupo es ‘Biutiful’ de Alejandro González Iñárritu. No en vano, es una co-producción que cuenta con participación española, pese a que compita por México. Es difícil mojarse en alguna de las categorías, cuando muchas de las películas candidatas aún no han sido estrenadas en nuestro país. Sea como fuere, el 27 de febrero tendremos los resultados.

Otra mala noticia es la muerte de Bernd Eichinger a la edad de 61 años, uno de los productores alemanes de mayor relevancia de las últimas décadas. Entre sus películas figuran títulos como ‘La historia interminable’ (icono de una generación), ‘El hundimiento’, ‘El perfume’, ‘El nombre de la rosa’ o ‘En un lugar de África’. Por supuesto, tuvo títulos no tan exitosos. Siempre me llamó la atención que produjese ‘DOA: Dead or Alive’. ¿Cómo alguien que consigue el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 2003 invierte su prestigio y dinero en una película de artes marciales con chicas enseñando carne y sin ningún tipo de argumento? Aproximadamente unos 21 millones de dólares que se tiraron a la basura. Debió de haber sospechado cuando vio a Paul W. S. Anderson co-produciendo el proyecto.

Y digo yo, ¿la película sobre la vida de Julian Assange se distribuirá a través de descarga directa y con subtítulos codificados? ¿Invertirán el dinero de la venta de los derechos de la biografía en mantener avivado el servidor mientras distribuyen el largometraje en los Estados Unidos? ¿Respetarán alguno de los hechos reales o harán una adaptación libre más cercana a la visión de Sarah Palin de la libertad? Y lo más importante, ¿aceptaría Tom Hanks hacer de Julian Assange? Esto sí que sería de Oscar.