Tan efectivo, tan bonito. Y parece fácil, pero no lo es. El FC Barcelona agota todos los adjetivos para describir su juego de toque y combinación. Pasará muchísimo tiempo para ver una generación de futbolistas tan compenetrada. Y es que acercarse al Camp Nou cada dos semanas es una delicia para los fríos seguidores barcelonistas, que ahora incluso parecen contagiarse del buen ambiente del vestuario.
Avisamos en el análisis de la semana pasada que la derrota en el Benito Villamarín suponía un toque de atención encubierto. El sabio Pep lo sabía. Si algún partido se podía perder, ése era el de la vuelta de los cuartos de final de Copa tras endosarle al Betis una manita en el feudo culé. Los verdiblancos dominaron e imperaron en el terreno de juego. De esta manera, los pupilos de Guardiola cayeron con estrépito en el que fue el peor partido de la temporada.
La reacción de los catalanes, no obstante, no se hizo esperar. Llegó el Racing al Camp Nou y un poco de SuperBarça bastó para tumbar a un conjunto cántabro que lo intentó, pero la abismal diferencia de calidad provocó que los esfuerzos del rival fueran nulos. Porque al Barça le fue suficiente un minuto para enterrar la derrota copera.
Orgasmo y siesta
Y cayeron tres como pudieron llegar muchos más. Sin embargo, es hora de dosificar esfuerzos y la maquinaria culé sabe cuándo, cómo y dónde debe poner el freno. Por ello, cuando el partido queda finiquitado tras una exhibición de juego, los futbolistas azulgranas bajan el ritmo y la intensidad a sabiendas de lo complicado que será afrontar lo que resta de temporada. Quedan los meses de competición más difíciles y lo importante es llegar con frescura al tramo final de campaña.
Tras recuperar sensaciones en el compromiso liguero, llegó el turno de las semifinales de Copa. “Que nadie sea tan tonto de pensar que repetiremos el 8-0”, dijo el míster culé en rueda de prensa. Faltó poco, la verdad. El Barça parece abonado a las manitas y le endosó cinco chicharros al Almería de José Luis Oltra.
Los andaluces se plantaban en la Ciudad Condal con el objetivo de seguir haciendo Historia en el título copero, pues nunca habían llegado a esta ronda eliminatoria. Pero el Pep Team pronto machacó su sueño y lo convirtió en su peor pesadilla. A los quince minutos, el marcador ya reflejaba un insultante 3-0, mientras que antes de la media hora ya llegó el cuarto de los locales. Profesionales contra cadetes. A partir de entonces, el conjunto culé bajó la guardia y sesteó, aunque Keita se encargó de sumar el quinto a poco del final.
Empacho o fantasía
Porque el mes de abril puede ser mortal. El Barça ya está en la gran final de Copa y espera rival. Previsiblemente, el Real Madrid será quien acompañe a los catalanes en la lucha por el título copero tras imponerse por 0-1 en el Sánchez Pizjuán en el encuentro de ida.
Si los blancos logran la clasificación, el mundo entero podría gozar de dos Barça-Real Madrid consecutivos. El 17 de abril ambos equipos se citan en el Santiago Bernabéu para disputar el choque liguero y, tan solo tres días después, se disputaría la hipotética gran final de Copa. Pero ahí no queda la cosa, ya que si barcelonistas y merengues pasan ronda en la máxima competición, podrían verse las caras también en las semifinales de Champions. Dos partidos más en un mes de abril que puede ser de auténtico infarto. Veremos...