Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Columna de Martín Cid
Martín Cid

Sobre la Ley de Igualdad de Trato

|

Como hicieron algunos que me superaban en talento y cifras teatrales, comenzaré pidiendo perdón de antemano por lo que voy a decir, por si no es adecuado o si resulta irreverente, por si resulta ofensivo o, simplemente, no están de acuerdo con ello.

Francamente, me veo en la necesidad moral de dar mi modesta opinión.

El pasado lunes 24 de enero el Gobierno aprobó en el Consejo de Ministros la Ley de Igualdad de Trato. Dicha ley pretende terminar con el trato discriminatorio en cualquier ámbito.

Dícese: la educación, el laboral… En el ámbito de la educación viene a llevarnos a que si un centro, privado o no, discrimina como (por ejemplo, algo que se me viene a la cabeza de pronto casi sin pensar) el velo islámico… ¡incumplimiento de la ley!

MINISTRO DEL GOBIERNO: Es palabra del Gobierno.

CORO: Demos gracias a Zapatero.

Sigamos, por si la polémica no está aún servida. Esta ley prohíbe discriminar a la hora de contratar, dícese, no se podrán poner anuncios tipo: sólo menores de 45 años ni sólo hombres ni asuntos por el estilo. Además, si los empleados se sienten discriminados porque son de una etnia diferente o asuntos por el estilo: ¡multazo y hasta cierre del negocio!

Si les soy sincero: me voy a presentar de modelo de tallas pequeñas a ver qué pasa. ¡Hay de la empresa que me discrimine por pesar más de 100 kilos! ¡Hay de la empresa que me discrimine por no parecerme a George Clooney!

MINISTRO DEL GOBIERNO: Es palabra del Gobierno.

CORO: Demos gracias a Zapatero.

Pero no queda ahí la cosa, no…cualquier medio de comunicación que se pase de la raya será víctima del Gobierno porque para eso están, para que los creyentes cumplan las órdenes dictadas por el pseudo-dios (lo de pseudo lo pongo yo, ya sé que ellos no estarán de acuerdo).

¡A callar! Que unos están para poner leyes y otros para cumplirlas.

Bien, más o menos la ley es así (ya sé que me he dejado muchas cosas en el saco) y a partir de aquí empezarán las interpretaciones. Quiero aclarar que no defiendo el linchamiento público de etnias no caucásicas ni los campos de exterminio…pero de ahí a una sobre-legislación y un golpe de maza jurídico de tal envergadura, comprenderán ustedes, hay varias galaxias.

Como ya comprobaron algunos en el caso de la anterior ley (la de la Igualdad de Género) las denuncias falsas se acumularon y se sobresaturaron los juzgados… pero eso no importó y la ley salió adelante y el infinitesimal número de mujeres maltratadas se redujo de infinitesimal a infinitesimal menos tres.

Pero ahora el asunto va más allá si cabe: no sólo se tratará de las mujeres que son agredidas, física o psicológicamente, sino que todos los colectivos se verán obligados a cumplir con las directrices del Gobierno en este asunto.

Estribillo: el Gobierno manda, el Gobierno Ordena, el Gobierno dispone y el ciudadano calla.

En otras palabras: se acabó el debate del velo islámico (que prohibieron en Francia, por ejemplo) porque el Gobierno hace y dice y pincha y corta y, al final, sentencia.

(Estribillo: el Gobierno manda…)

En otras palabras: no habrá racismo en España porque se imponen penas contra la discriminación.

(Estribillo)

En otras palabras: cualquier medio de comunicación que no cumpla las directrices del Gobierno será clausurado.

Perdonen, estimados lectores, que mis palabras no sean políticamente correctas, que mi enfado me pueda y que mi estupefacción haya llegado a extremos incalculables haría apenas unos años, pero cada nueva directriz del Gobierno me parece un poco cada día más dictatorial, extrema y castradora de toda libertad individual.

Y perdonen que haga de pitonisa: lo próximo será la libertad de expresión, antes considerado un derecho fundamental del hombre.

Que Dios nos pille confesados (y no me refiero precisamente a Zapatero).

Sobre la Ley de Igualdad de Trato

Martín Cid
Martín Cid
jueves, 27 de enero de 2011, 07:57 h (CET)
Como hicieron algunos que me superaban en talento y cifras teatrales, comenzaré pidiendo perdón de antemano por lo que voy a decir, por si no es adecuado o si resulta irreverente, por si resulta ofensivo o, simplemente, no están de acuerdo con ello.

Francamente, me veo en la necesidad moral de dar mi modesta opinión.

El pasado lunes 24 de enero el Gobierno aprobó en el Consejo de Ministros la Ley de Igualdad de Trato. Dicha ley pretende terminar con el trato discriminatorio en cualquier ámbito.

Dícese: la educación, el laboral… En el ámbito de la educación viene a llevarnos a que si un centro, privado o no, discrimina como (por ejemplo, algo que se me viene a la cabeza de pronto casi sin pensar) el velo islámico… ¡incumplimiento de la ley!

MINISTRO DEL GOBIERNO: Es palabra del Gobierno.

CORO: Demos gracias a Zapatero.

Sigamos, por si la polémica no está aún servida. Esta ley prohíbe discriminar a la hora de contratar, dícese, no se podrán poner anuncios tipo: sólo menores de 45 años ni sólo hombres ni asuntos por el estilo. Además, si los empleados se sienten discriminados porque son de una etnia diferente o asuntos por el estilo: ¡multazo y hasta cierre del negocio!

Si les soy sincero: me voy a presentar de modelo de tallas pequeñas a ver qué pasa. ¡Hay de la empresa que me discrimine por pesar más de 100 kilos! ¡Hay de la empresa que me discrimine por no parecerme a George Clooney!

MINISTRO DEL GOBIERNO: Es palabra del Gobierno.

CORO: Demos gracias a Zapatero.

Pero no queda ahí la cosa, no…cualquier medio de comunicación que se pase de la raya será víctima del Gobierno porque para eso están, para que los creyentes cumplan las órdenes dictadas por el pseudo-dios (lo de pseudo lo pongo yo, ya sé que ellos no estarán de acuerdo).

¡A callar! Que unos están para poner leyes y otros para cumplirlas.

Bien, más o menos la ley es así (ya sé que me he dejado muchas cosas en el saco) y a partir de aquí empezarán las interpretaciones. Quiero aclarar que no defiendo el linchamiento público de etnias no caucásicas ni los campos de exterminio…pero de ahí a una sobre-legislación y un golpe de maza jurídico de tal envergadura, comprenderán ustedes, hay varias galaxias.

Como ya comprobaron algunos en el caso de la anterior ley (la de la Igualdad de Género) las denuncias falsas se acumularon y se sobresaturaron los juzgados… pero eso no importó y la ley salió adelante y el infinitesimal número de mujeres maltratadas se redujo de infinitesimal a infinitesimal menos tres.

Pero ahora el asunto va más allá si cabe: no sólo se tratará de las mujeres que son agredidas, física o psicológicamente, sino que todos los colectivos se verán obligados a cumplir con las directrices del Gobierno en este asunto.

Estribillo: el Gobierno manda, el Gobierno Ordena, el Gobierno dispone y el ciudadano calla.

En otras palabras: se acabó el debate del velo islámico (que prohibieron en Francia, por ejemplo) porque el Gobierno hace y dice y pincha y corta y, al final, sentencia.

(Estribillo: el Gobierno manda…)

En otras palabras: no habrá racismo en España porque se imponen penas contra la discriminación.

(Estribillo)

En otras palabras: cualquier medio de comunicación que no cumpla las directrices del Gobierno será clausurado.

Perdonen, estimados lectores, que mis palabras no sean políticamente correctas, que mi enfado me pueda y que mi estupefacción haya llegado a extremos incalculables haría apenas unos años, pero cada nueva directriz del Gobierno me parece un poco cada día más dictatorial, extrema y castradora de toda libertad individual.

Y perdonen que haga de pitonisa: lo próximo será la libertad de expresión, antes considerado un derecho fundamental del hombre.

Que Dios nos pille confesados (y no me refiero precisamente a Zapatero).

Noticias relacionadas

Un 23 de abril de 1934, según el diario El Mundo de Buenos Aires, la Sociedad de las Naciones había desmentido actos de canibalismo en las tropas bolivianas que combatían en el Chaco. El New York Times había publicado trascendidos que circulaban en La Paz, dando cuenta de que nativos del Chaco, sin ningún respeto,  habían matado y devorado a oficiales bolivianos, en protesta por el reclutamiento forzozo de los pueblos originarios.

Tenemos un país donde miles de personas votan a asesinos. Algo no está bien. Adoctrinados en el odio a España, desde pequeños, votan. El problema es que representan el 0,7% pero influyen en España al 100%. Poco que hacer. Puede ir a peor. Aficiones y aflicciones del personal de allí, allá o acullá; y el de aquí. Por lo que hay y pueda ocurrir, el resultado importa. En el País Vasco sobre todo, también en el resto de España y en la UE.

Las  conductas de riesgo son aquellos comportamientos que implican un efecto placentero inmediato pero carecen de una valoración de las consecuencias posteriores. Es preciso comprender que son los mecanismos cognitivos los que guían al adolescente y joven a la asunción de conductas de riesgo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto