El barco blanquiverde sigue dando bandazos en la última semana con el tema de la compraventa del equipo, pues los aplazamientos en el desembolso pactado de tres millones de euros que el grupo Signum prometió hace hoy diez días no dejan de sucederse. La incertidumbre se ha adueñado del entorno blanquiverde pues comienza a ver con ojos de incredulidad como la segunda venta del equipo en menos de un mes tiene tintes de no llevarse a cabo.
El mutismo es la nota dominante en la directiva saliente. La cautela cada día que pasa es mayor en cuanto a declaraciones se refiere y el sentir del aficionado blanquiverde es que se echa en falta una convincente explicación del porqué el futuro de la entidad no termina de aclararse.
Y mientras tanto y en el apartado puramente deportivo, la nave comandada por Lucas Alcaraz sigue anclado en la mediocridad tras la recién concluida primera vuelta, en la que ha firmado 25 puntos, lo mínimo que en principio se le puede exigir para conseguir la permanencia.
Lejos queda el reto con el que se ilusionaba hace meses la afición, con asentarse en la zona media-alta de la clasificación para soñar con un billete para el play off de ascenso. Comienza la segunda vuelta del campeonato en la posición decimotercera, a cinco puntos de las plazas de privilegio y con tres de margen sobre los puestos de descenso.
Sus réditos hablan de un equipo que al mismo tiempo que le cuesta llevarse los tres puntos, también es un rival al que cuesta doblegar. Y ello le ha llevado a convertirse en el rey del empate, y claro, de punto en punto, no se va muy lejos.
Si bien no se ha caído a zona de descenso, el cuadro de Alcaraz se ha movido durante estas 21 jornadas más cerca de la zona de peligro que de los puestos de privilegio. La explicación se encuentra en la pérdida de la fortaleza en su feudo, donde el equipo no está mostrando la regularidad en cuanto a resultados que mostraba hace una temporada.
Lo más positivo de lo que llevamos de temporada puede resumirse en tres aspectos: la clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey tras apear al Numancia, el Rayo y el Racing; lástima de aquella inocente mano de Sesma en Riazor en el último suspiro que evitó el billete para cuartos. En segundo lugar, la convocatoria de jugadores de la cantera con el primer equipo (Fernández y Fede Vico), hecho que denota que la cantera blanquiverde está viva.
Y por último, las buenas sensaciones de juego que el equipo está dando en las primeras fechas de 2011, que a buen seguro, cuando se arregle el tema de la compraventa del club, se traducirá en mayores alegrías en forma de resultados y en su posición en la tabla.