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Antonio Pérez Gómez

Cuando la osadía se paga

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Oltra sorprendió anoche en el Camp Nou. Pero no fue la sorpresa que uno pudiera pensar, es decir, no es que los almerienses revolucionaran Can Barça con una alineación ofensivísima o audaz. Más bien al contrario, Oltra sufrió un ataque de “responsabilidad” y pensó en lo que antes no había pensado, ni en octavos ni en cuartos: pensó en la liga, su auténtica competición.

Casi habría que decir que tuvo la osadía de pensar en Liga. Porque el técnico alicantino decidió jugar con muchos suplentes en Barcelona. Casi nada. Sacó del equipo a sus tres jugadores más importantes de liga: el portero Alves (fundamental resultaría a la postre este cambio, pues el portero asturiano protagonizó los dos primeros goles en acciones horrendas), el medio centro Bernardello (el corazón del equipo) y Ulloa (el máximo goleador y factotum del ataque almeriense). El caso es que entre decisiones técnicas, sanciones y lesiones, los urcitanos jugaron con 6 jugadores no habituales.

El resultado de es obvio: el Almería perdió con estrépito, por 5-0. El coste de imagen ha sido importante y esperemos que no pese en el ánimo del equipo el vapuleo de los catalanes del miércoles por la noche, de igual forma que el partidazo del Almería contra el Madrid fue fundamental para el subidón de autoestima, que en mucha parte fue el responsable de la victoria a la semana siguiente contra Osasuna.

El oportunismo o no de la revolución de Oltra en el Camp Nou se verá el sábado en San Sebastián el próximo sábado, donde el Almería juega contra le Real tres importantes puntos para poder salir, por fin, de la zona de descenso.

Cuando la osadía se paga

Antonio Pérez Gómez
Antonio Pérez Gómez
miércoles, 26 de enero de 2011, 22:58 h (CET)
Oltra sorprendió anoche en el Camp Nou. Pero no fue la sorpresa que uno pudiera pensar, es decir, no es que los almerienses revolucionaran Can Barça con una alineación ofensivísima o audaz. Más bien al contrario, Oltra sufrió un ataque de “responsabilidad” y pensó en lo que antes no había pensado, ni en octavos ni en cuartos: pensó en la liga, su auténtica competición.

Casi habría que decir que tuvo la osadía de pensar en Liga. Porque el técnico alicantino decidió jugar con muchos suplentes en Barcelona. Casi nada. Sacó del equipo a sus tres jugadores más importantes de liga: el portero Alves (fundamental resultaría a la postre este cambio, pues el portero asturiano protagonizó los dos primeros goles en acciones horrendas), el medio centro Bernardello (el corazón del equipo) y Ulloa (el máximo goleador y factotum del ataque almeriense). El caso es que entre decisiones técnicas, sanciones y lesiones, los urcitanos jugaron con 6 jugadores no habituales.

El resultado de es obvio: el Almería perdió con estrépito, por 5-0. El coste de imagen ha sido importante y esperemos que no pese en el ánimo del equipo el vapuleo de los catalanes del miércoles por la noche, de igual forma que el partidazo del Almería contra el Madrid fue fundamental para el subidón de autoestima, que en mucha parte fue el responsable de la victoria a la semana siguiente contra Osasuna.

El oportunismo o no de la revolución de Oltra en el Camp Nou se verá el sábado en San Sebastián el próximo sábado, donde el Almería juega contra le Real tres importantes puntos para poder salir, por fin, de la zona de descenso.

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