"MERCADOS", suplemento del diario El Mundo, pone los pelos de punta aportando cifras oficiales de la piratería solar. Tras las investigaciones llevadas a cabo por la Comisión Nacional de Energía resulta que tres de cada cuatro huertos solares se pasaron la ley por el 'arco del triunfo', con el fin de cobrar mayor cantidad de primas. A ello hay que añadir que en gran parte de ellas se manipularon los contadores. Cuando hay dinero público por medio, ya saben... ‘maricón el último’.

Aún quedan más de diez mil plantas que siguen tomando el pelo a los contribuyentes, de ahí que el Ministerio de Industria y la Comisión Nacional de Energía tengan en cartera efectuar una investigación en regla. Se ponga como se ponga el sector fotovoltaico, los amplios y bruscos recortes de Miguel Sebastián son justificados. El hecho de que el sector pretenda llevar su denuncia ante Bruselas y ante el Supremo forma parte del juego.

Pero no solo estamos ante un juego. También estamos ante un fraude tras otro, como es el caso de Castilla y León, más conocido como 'Caso Lasarte', donde altos cargos de la Junta se embolsaron astronómicas cantidades como consecuencia de una trama de corrupción. Si bien algunos cargos de confianza de Herrera Campo fueron cesados, y al tirar de la manta aparecieron otros más, también es verdad que al día de hoy esos implicados siguen esquivando multas con tretas administrativas. La codicia llevó a que, aprovechando la posición que ocupaban en la Administración pública, montaran toda una serie de empresas tendentes a hacerse con licencias para obtener fuertes beneficios con plantas fotovoltaicas en provincias como Zamora, León, Valladolid y Palencia.

Siendo funcionarios y altos cargos de la Junta que preside Herrera Campo fundaban empresas y se autoconcedían en muchos casos inmediatas licencias para explotar plantas que, en muchas ocasiones, no estaban operativas en ese momento. El escándalo de Javier Lasarte, entonces secretario territorial de la Junta en León, hizo que una vez descubierto fuera cesado 'ipso facto'. Pero casi tres años después siguen utilizando triquiñuelas administrativas, hasta el punto de no haber cumplido todavía (dos años después) las sanciones de la Administración autonómica.

La cabeza visible del escándalo en Castilla y León ni siquiera ha cumplido los tres años de suspensión de empleo y sueldo. ¿Cómo lo ha hecho? Muy sencillo, con bajas médicas reiteradas. Recordemos que él es médico y se aprovecha del entorno. Y no solo no han cumplido las sanciones sino que algunos, como Javier Lasarte, han aprovechado para solicitar su ascenso entre baja y baja. Toda una vergüenza para la Administración autonómica. Y toda una bofetada en la cara del propio presidente Herrera.

La Junta ya ha dado por zanjado el tema, aunque abundan los flecos. Y una prueba de ello es que preguntado el presidente Herrera, en su día, a través de su correo personal sobre el tema, nos contesta lo siguiente: "Con relación a su correo electrónico, le comunico que puede dirigirse a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia de León, para ver si desde ahí pueden atender la petición de documentación que realiza. Atentamente".

Ahora, en víspera de las elecciones autonómicas, tendrá que contestar para no demostrar que durante estos últimos cuatro años se han mofado de la ciudadanía y de los contribuyentes. Lo más curioso de todo es que Mariano Rajoy toma como modelo el trabajo de Herrera Campo. En fin, como decía el humorista, José Mota,...."ahora vas y lo cascas".