En el Efesé andan para arriba y para abajo, a pesar de no tener director deportivo, decidiendo qué futbolistas hay que traer en el mercado de invierno y qué jugadores sobran, ahora mismo, en el vestuario de cara a la segunda vuelta del campeonato.

El plazo se acaba a finales de mes pero en el Cartagena es proverbial su paciencia a la hora de tomar este tipo de decisiones y, mientras que otros rivales ya se han reforzado de lo lindo, el Efesé no mueve ficha y esperará, seguramente, a última hora –cuando los futbolistas y los clubes suelen bajar sus pretensiones económicas- para mover ficha en este sentido.

Parece haber unanimidad en el sentido de que hay que reforzar el equipo. La plaga de lesiones que ha azotado al vestuario, el irregular rendimiento de algunos futbolistas, lo dura que se vuelve la competición a partir del mes de febrero etc. son los argumentos más manidos para justificar una decisión contra la que resulta impopular objetar cualquier cosa.

Aún así me arriesgaré y diré lo siguiente. El FC Cartagena atraviesa una de las mejores rachas desde que milita en la Liga Adelante. Lleva 7 partidos sin perder (5 victorias y 2 empates), se ha aupado al cuarto puesto de la clasificación y mira con optimismo los próximos tres enfrentamientos ante rivales directos. Esta clasificación, con sus aciertos y sus errores, la han conseguido los futbolistas actuales, no los que vayan a venir. Por lo que quiera que sea, en el vestuario reina un ambiente de optimismo y camaradería que, personalmente, me tentaría mucho los machos antes de arriesgarme a romper.

Buscar mirlos blancos, reforzar el equipo para que sea competitivo etc. Todo eso está muy bien. Pero muchas veces, el coste de conseguir un plus de calidad no es sólo económico y puede convertirse en una tremenda equivocación. A todo esto, nadie parece recordar que el Cartagena únicamente está utilizando 24 de las 25 fichas disponibles así que no sé por qué ese empecinamiento en hablar de una lista de bajas que, como no podía ser de otro modo, ha sentado mal en el vestuario. Se puede fichar a un futbolista bueno sin necesidad de echar a nadie.

Lo que funciona, como ha dicho el capitán Mariano Sánchez, hay que tocarlo lo menos posible o ni tocarlo.