Hace exactamente una semana, en estas líneas, reclamaba dos cosas: una, victorias; otra, fichajes. No sé cuál de los ruegos era más urgente, pero siete días después, si quería sopa, me han dado dos platos. Ganar el pasado fin de semana al Valladolid en casa reforzó el ánimo de un conjunto alicaído al que le faltaba una inyección de alegría que por fin aterrizó ante uno de los huesos duros de roer del campeonato.
Bergantiños, en su primer entrenamiento como grana. (www.gimnasticdetarragona.cat)
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La salvación sigue estando a cinco puntos, más o menos dos victorias. Pero podría ser peor si el Valladolid hubiese salido del Nou Estadi con el triunfo. Además, el efecto moral que produce no verse colista, como es el caso, siempre hace ver desde otra panorámica una situación cuando menos, complicada. Este fin de semana el Nàstic visita al Albacete y el club ha puesto precios asequibles a sus aficionados para el desplazamiento: 25 euros con viaje y desayuno incluido. No suena mal y a ver si se aplica a los partidos de casa para que la grada se convierta en una caldera en estos momentos tan difíciles no sólo para la plantilla, sino para los bolsillos de quienes siguen al cuadro grana.
La otra buena noticia es la incorporación en las últimas horas de dos refuerzos que ya comentamos aquí también. Ambos llegan cedidos y ambos con una misma misión: reforzar una plantilla debilitada que busca a toda costa evitar el descenso a Segunda División B. Borja Viguera (Real Sociedad) y Álex Bergantiños (Granada / Deportivo) vienen para demostrar la calidad que atesoran en sus piernas y que en sus anteriores equipos, sea por la razón que sea, no han podido demostrar. El primero apuntalará una delantera sin mucha puntería y el segundo un centro del campo en el que el gran damnificado podría ser Seoane, ya que Miki desde que llegó Oliva se ha convertido en el canalizador del juego tarraconense.
Fachan, otro ‘fichaje’
Otro que podría incorporarse a la disciplina grana es Marc Fachan. Descartado por Luis César a principio de curso, no encontró equipo y se quedó con ficha del filial. Si bien tampoco ha jugado con la Pobla, se ha entrenado en solitario durante los últimos seis meses. Pues bien, Oliva ha querido integrarlo a la plantilla y desde hace unos días también se entrena este lateral derecho que por motivos de indisciplina no convenció a Luis César. Un gesto que honra a Oliva, que para este tramo final de temporada que se antoja crucial, quiere que la plantilla sea una piña irrompible. De momento, esta semana, está siendo de las mejores desde que llegó. Y que siga.