Después de superar al Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López, el equipo de Calderón cuenta por victorias sus partidos de 2.011.
Tradicionalmente, Enero es un mes complicado en el que los excesos navideños suelen pasar factura. Al mismo tiempo, el cambio de año está repleto de buenas intenciones que marquen el inicio de una nueva era en la que los defectos queden atrás. Si normalmente los buenos propósitos se quedan en eso, en propósitos, este año, el Albacete parece dispuesto a cumplirlos todos.
Tras superar una de las peores rachas negativas de su historia en la que los pupilos de Antonio Calderón disputaron once partidos sin conocer la victoria, acabar el 2.010 con un triunfo en los Pajaritos ante el Numancia dejaba entrever cual era la firme intención de los manchegos para el nuevo año: que sus aficionados no acaben en la consulta del cardiólogo. Y a fe que lo están cumpliendo. Nuevas victorias, ya en 2.011, ante Córdoba y Tenerife han situado a los albaceteños en una desahogada posición, cuatro puntos por encima de la zona roja de la clasificación.
El nuevo año parece haber borrado de un plumazo los defectos que acompañaban a este equipo. Lejos quedan ya los continuos cambios de sistema de Calderón, la falta de intensidad o el error defensivo individual que en todos los partidos lastraba el trabajo de todo el conjunto.
Sin embargo, no todo es positivo y la falta de gol sigue siendo algo acuciante. Las últimas victorias se han conseguido por la mínima y eso es algo que no va a durar eternamente. El punto optimista en este aspecto se encuentra en la contratación de nuevos delanteros que todavía no han entrado en el equipo, como el montenegrino Gluscevic, llamado a ser un referente en ataque.
El Albacete ha conseguido ponerse manos a la obra a la hora de sustituir los defectos por virtudes. No obstante, lo difícil está por llegar. El nuevo año trae aparejado un cambio de actitud que usualmente no dura demasiado y pronto volvemos a caer en los viejos errores. El calendario ha sido benévolo con el Albacete y ese cambio de actitud ha llegado en el momento más importante de la temporada. Tras superar a Córdoba y Tenerife, las próximas jornadas serán ante Gimnástic, Huesca y Alcorcón, equipos, al igual que el manchego, inmersos en la lucha por la permanencia. Del resultado de estas próximas jornadas dependerá, en gran medida, la clasificación final. Si la buena suerte continúa, el mes de Enero puede deparar para el Albacete una gran cuesta abajo que nos permita llegar sin sobresaltos a los objetivos propuestos.