En estos últimos quince días, Asturias ha estado en boca de todo el mundo por dos razones: primero por todo el revuelo político que ha levantado Francisco Álvarez Cascos tras abandonar el Partido Popular y segundo por la situación de continuidad o no de Manolo Preciado al frente del Sporting.
Sobre todo estos últimos siete días, después del partido frente al Málaga en El Molinón, se convirtieron en la semana del transistor. Desde el lunes con la reunión de urgencia entre el Presidente del club, Vega-Arango y Preciado, hasta la previa del partido de esta última jornada frente al Racing, aficionados y aficionadas del club asturiano tiraron de medios de comunicación, bien sea prensa o sobre todo la radio, para conocer de primera mano la situación del técnico cántabro.
Fueron días duros para el sportinguismo. Y es que nadie puede negar que el segundo equipo con el presupuesto más bajo de la Primera División tras el Levante, tiene mejor plantilla que las dos temporadas anteriores en la máxima categoría, pero las cosas no están cuajando. Nadie logra entender que con esta plantilla, mucho mejor que la que se tuvo durante las dos temporadas anteriores, se esté pasando tantos apuros.
Tras el encuentro de ayer en El Sardinero, Manolo Preciado ha ganado un punto y un crédito. Los rojiblancos realizaron un buen encuentro pero siguen mostrando una gran carencia a la hora de tirar a puerta en el ataque, no se definen las jugadas y esto está creando dificultades a la hora de ganar los partidos. El Racing sin tirar a puerta ya se había puesto por delante en el marcador, con un gol en propia puerta, pero los asturianos si habían tenido ocasiones suficientes como para llevar un resultado cómodo a favor.
La parte positiva del encuentro, además de no ver a un equipo hundido por las circunstancias, ha sido la incorporación de jugadores de la cantera en el equipo inicial. Nacho Cases debutó ayer en Primera realizando un buen encuentro, jugando con cabeza, tranquilo, tirando a puerta. Un buen debut, como acostumbra Preciado a hacer cuando el Sporting juega contra el Racing, como la temporada pasada cuando hizo debutar a Juan Muñiz en ese mismo campo.
Ahora toca pensar en otro de esos rivales que han fichado estrellas olvidadas para intentar mantenerse en Primera. El Hércules de Alicante es el equipo contra él que el Sporting cierra la primera vuelta y tiene que ser el detonante de la mejora del equipo, por lo menos en casa, ya que los de Preciado llevan ya once jornadas sin conocer la victoria, y qué mejor que las cosas empiecen a cambiar si es en su campo, con su afición.