Víspera de Reyes, a punto de comenzar una de las noches más mágicas del año. Pero no puedo disfrutarla, me he indignado. Resulta que el nuevo canal Gran Hermano 24 horas ha logrado una audiencia similar a la de CNN+. El canal de Telecinco ha registrado en sus primeros seis días de emisión un promedio del 0.5% de cuota de pantalla, mientras que el de Prisa oscilaba entre el 0.5% y 0.6%.
Como dirían Faemino y Cansado: ¿Qué somos, monos? Pase que una cadena de TV es una gran empresa, que vive únicamente por y para generar beneficios. Pase que Telecinco prefiera sustituir un canal de gran calidad, profesionalidad y lleno de interés, pero de alto coste económico como CNN+, por 24 horas de imágenes de su reality estrella a coste cero. Pase que nadie haya movido un dedo por evitarlo, y que muchos nos preguntemos para qué narices sirve la TDT si cada vez vamos a peor.
Pero que encima les demos la razón, que los índices de audiencia aplaudan esta decisión, que siga viendo ese canal la misma cantidad de gente, que no sólo les haya salido gratis este “antenicidio”, sino que encima se estén forrando mucho más que antes a nuestra costa, es lo que me hace pensar que no tenemos remedio.
En plena rebelión de los fumadores ante la nueva ley antitabaco, reivindicando un trato justo y su derecho como españoles a convertir en fumador pasivo a quien les venga en gana, nadie se acuerda ya de que una vez existió un canal que no buscaba el entretenimiento fácil y vacío, sino que consideraba que al otro lado del televisor había seres pensantes y críticos, a los que había que conquistar con hechos y argumentos, y que no se iban a dejar engañar fácilmente.
Porque esta es la sociedad que tenemos, que hemos construido con nuestras manos, que cada vez vamos perfeccionando y encaminando hacia un pensamiento único que no genere problemas a los de arriba. No les interesa que nos preguntemos el porqué de las cosas, que pensemos si habría alguna manera de hacerlas mejor, que nos planteemos si nos gustaría vivir nuestra vida de otra manera.
Nunca les ha interesado. A lo largo de la historia, muchas personas han tratado de hacer preguntas y buscar respuestas, cambiar las cosas, hacer respetar nuestros derechos como seres humanos, mejorar nuestras condiciones de vida… y, como diría un gran sabio de nuestra época, siempre ha habido alguien que “nos ha puesto la pierna encima para que no levantemos cabeza”. Pero la diferencia es que, por fin, después de tantos siglos, han conseguido que ni siquiera queramos levantarla, que nos limitemos a ver dócilmente lo que nos pongan en la televisión mientras nos estamos quietecitos, produciendo sin molestar, que para eso estamos aquí. Tenemos lo que nos merecemos.