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Andrés Ramos

El turno de Kaká

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Ha llegado su hora. Después de su más que discreta primera campaña en el Real Madrid, Kaká está ante su segunda oportunidad para demostrar que todavía le queda fútbol. Y el momento para su vuelta no podía ser más propicio. Con Higuaín fuera de combate para prácticamente lo que queda de curso, la llegada del brasileño proporciona a Mourinho nuevas variantes tácticas que hagan olvidar la falta de ‘nueves’.

He de reconocer que cuando Florentino Pérez presentó a Kaká como abanderado de su segundo proyecto galáctico, tuve muchas dudas sobre la idoneidad de su fichaje. Siempre me dio la sensación de que su llegada, más que estratégica en lo puramente futbolístico, fue una manera de dejar en evidencia al último inquilino del sillón presidencial, un Ramón Calderón incapaz durante todo su mandato de hacer realidad su gran promesa electoral. Lo que Calderón no ha conseguido en tres años lo hago yo en tres días, pareció decir Florentino a una afición madridista, ávida por otra parte de renovadas ilusiones en forma de cracks mediáticos.

Pero puestos a gastar 65 millones, siempre vi mucho más prioritario a Cesc Fábregas, una contratación que por menos de ese dinero era entonces abordable. Sin embargo, eso es ya pasado y con el carioca en Madrid ahora es el momento de que sea él quién justifique por qué en su etiqueta aparecía ese precio y por qué un día ganó el ‘Balón de Oro’ con actuaciones para el recuerdo con el Milan y con Brasil.

Como le gusta decir a Alfredo Relaño, mi impresión es que los diez mejores partidos de Kaká los hemos visto ya, a diferencia de lo que ocurre con Özil, Di María o incluso, y esto es mucho decir, con Cristiano Ronaldo, que muchas de su mejores noches están todavía por llegar. No obstante, el ‘8’ blanco puede ser todavía útil. Hay un maratón de encuentros por delante, con oportunidades para todos, y con la lógica puesta a punto que requiere siempre una larga lesión, puede convertirse en un refuerzo invernal de nivel.

Su reincorporación al equipo es, por una parte, un nuevo reto para Mourinho, que deberá refrendar su vitola de recuperador de estrellas apagadas. Por otra, con él se le abren nuevas posibilidades tácticas, permitiéndole, además, no fiar todo al atino de Benzemá. Con el brasileño en la mediapunta, puede haber partidos en los que Cristiano actúe de delantero, con Özil acostado en la izquierda y Di María en la derecha. Así, será menor el cabreo del luso con el club por no ficharle otro ‘nueve’, decisión que comparto al cien por cien. Por un lado, porque para poner un parche en enero mejor esperar a comprar una rueda nueva en junio, y por otra, porque en momentos como estos es en los que hay que tirar de cantera.

Por último, con la vuelta de Kaká no puedo dejar de acordarme de Canales, la gran esperanza blanca en pretemporada. Con el brasileño ‘K.O.’ y Özil todavía en el Werder Bremen, el cántabro apuntaba a titular en julio. Han pasado los meses y las lesiones y el no haber aprovechado sus escasas oportunidades han hecho que Canales no sea ni siquiera la primera alternativa al alemán. Lo malo para él es que ahora Kaká e incluso Granero están por delante. Su ventaja es que a diferencia de otros tiene todavía mucho tiempo por delante. En este caso, más que en cualquier otro, sus diez mejores partidos están por llegar y sólo espero que sean en el Real Madrid.

El turno de Kaká

Andrés Ramos
Andrés  Ramos
miércoles, 5 de enero de 2011, 08:38 h (CET)
Ha llegado su hora. Después de su más que discreta primera campaña en el Real Madrid, Kaká está ante su segunda oportunidad para demostrar que todavía le queda fútbol. Y el momento para su vuelta no podía ser más propicio. Con Higuaín fuera de combate para prácticamente lo que queda de curso, la llegada del brasileño proporciona a Mourinho nuevas variantes tácticas que hagan olvidar la falta de ‘nueves’.

He de reconocer que cuando Florentino Pérez presentó a Kaká como abanderado de su segundo proyecto galáctico, tuve muchas dudas sobre la idoneidad de su fichaje. Siempre me dio la sensación de que su llegada, más que estratégica en lo puramente futbolístico, fue una manera de dejar en evidencia al último inquilino del sillón presidencial, un Ramón Calderón incapaz durante todo su mandato de hacer realidad su gran promesa electoral. Lo que Calderón no ha conseguido en tres años lo hago yo en tres días, pareció decir Florentino a una afición madridista, ávida por otra parte de renovadas ilusiones en forma de cracks mediáticos.

Pero puestos a gastar 65 millones, siempre vi mucho más prioritario a Cesc Fábregas, una contratación que por menos de ese dinero era entonces abordable. Sin embargo, eso es ya pasado y con el carioca en Madrid ahora es el momento de que sea él quién justifique por qué en su etiqueta aparecía ese precio y por qué un día ganó el ‘Balón de Oro’ con actuaciones para el recuerdo con el Milan y con Brasil.

Como le gusta decir a Alfredo Relaño, mi impresión es que los diez mejores partidos de Kaká los hemos visto ya, a diferencia de lo que ocurre con Özil, Di María o incluso, y esto es mucho decir, con Cristiano Ronaldo, que muchas de su mejores noches están todavía por llegar. No obstante, el ‘8’ blanco puede ser todavía útil. Hay un maratón de encuentros por delante, con oportunidades para todos, y con la lógica puesta a punto que requiere siempre una larga lesión, puede convertirse en un refuerzo invernal de nivel.

Su reincorporación al equipo es, por una parte, un nuevo reto para Mourinho, que deberá refrendar su vitola de recuperador de estrellas apagadas. Por otra, con él se le abren nuevas posibilidades tácticas, permitiéndole, además, no fiar todo al atino de Benzemá. Con el brasileño en la mediapunta, puede haber partidos en los que Cristiano actúe de delantero, con Özil acostado en la izquierda y Di María en la derecha. Así, será menor el cabreo del luso con el club por no ficharle otro ‘nueve’, decisión que comparto al cien por cien. Por un lado, porque para poner un parche en enero mejor esperar a comprar una rueda nueva en junio, y por otra, porque en momentos como estos es en los que hay que tirar de cantera.

Por último, con la vuelta de Kaká no puedo dejar de acordarme de Canales, la gran esperanza blanca en pretemporada. Con el brasileño ‘K.O.’ y Özil todavía en el Werder Bremen, el cántabro apuntaba a titular en julio. Han pasado los meses y las lesiones y el no haber aprovechado sus escasas oportunidades han hecho que Canales no sea ni siquiera la primera alternativa al alemán. Lo malo para él es que ahora Kaká e incluso Granero están por delante. Su ventaja es que a diferencia de otros tiene todavía mucho tiempo por delante. En este caso, más que en cualquier otro, sus diez mejores partidos están por llegar y sólo espero que sean en el Real Madrid.

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