El 2010 madridista ha tenido un sabor agridulce. Si los blancos consiguieron su récord de puntos en Liga a las órdenes de Manuel Pellegrini -96 puntos- con una trayectoria espectacular, los títulos no llegaron en el primer año de advenimiento de Florentino Pérez. El mejor Barça de la historia y la maldición de octavos de final en la Liga de Campeones frenaron en seco el proyecto del técnico chileno para dar paso a uno de los mejores entrenadores del mundo: José Mourinho.

La primera parte del año madridista terminó en el mes de mayo, en La Rosaleda, donde el Madrid de Pellegrini exhaló su último aliento en un banquillo tan incómodo como una silla eléctrica. Aunque la sentencia ya se había venido gestando desde marzo, después de caer en los octavos de ‘Champions’ ante una potencia secundaria como el Olympique de Lyon. El resto del campeonato fue una persecución fallida detrás de un coloso, el Barça, imparable pese a la brutalidad de registros del Madrid y de un Cristiano Ronaldo inconmensurable.






’Mou’, el mesías
Chamartín quería ilusión, algo nuevo, distinto, capaz de encandilar al aficionado madridista para parar la máquina de Guardiola. El elegido fue Jose Mourinho, un técnico portugués que había ganado todo con el Inter de Milán. El vértigo que produce el fracaso, después de un año en blanco, primero del segundo ciclo del presidente, hicieron claudicar a Pérez y encomendar las riendas del Madrid al preparador luso.

Mourinho asumió convertirse en la referencia de una Liga cambiada desde que España ganó el Mundial. ‘Mou’ buscó un grupo, una piña de jugadores en donde la presión y la intensidad defensiva serían sus pilares, siempre bien trazados desde lo colectivo. Sin realizar un juego espectacular, el Madrid cogió ritmo y plasmó las ideas de su entrenador sobre los terrenos de Europa y España.

Con las llegadas de Khedira, Özil, Carvalho, Canales y, sobre todo, Di María, los blancos han ganado casi todos sus partidos. En 25 duelos han ganado 20, empatado 4 y perdido uno ante el Barça. Primeros de grupo en Liga de Campeones, en cuartos de Copa y segundos en Liga. Son las estadísticas del Madrid 2010-2011, un gran balance para un conjunto en construcción que solo ha tenido el lunar del 5-0 en el Nou Camp.

Los números ligueros del 2010
Hacía años que el Real Madrid no había firmado una trayectoria tan excelente en lo que a partidos de Liga se refiere. Y es que el 2010 ha sido el segundo mejor año en la historia del conjunto blanco en este aspecto, lo que da más valor si cabe a lo que está haciendo el Barcelona en las últimas temporadas.

El Real Madrid ha jugado este año que ahora acaba un total de 39 partidos de Liga, con un balance realmente sobrecogedor a favor del equipo madridista: 32 victorias, cuatro empates y tres derrotas. Estos resultados suponen que los blancos han sido capaces de sumar en éstos últimos doce meses el 85,47 por ciento de los puntos que tenían en juego, un porcentaje claramente superior al del año pasado, en el que sólo se sumó el 77,48 por ciento de los puntos.

El 2010 ha sido, por tanto, el segundo mejor año en la historia del Madrid en lo que a partidos de Liga se refiere, tan solo superado por los conseguido por los Di Stéfano, Puskas, Gento y compañía en la temporada 1961, en la que sumaron el 86, 36 por ciento de los puntos que había en juego (27 victorias, tres empates y tres derrotas). Por tanto, que el Madrid no haya sumado títulos este año no ha sido porque los blancos lo hayan hecho mal, sino porque enfrente tienen a otro equipo que también está haciendo las cosas muy bien. Para el 2011, los Mourinho y compañía intentarán cambiar la dinámica para ofrecer algún título a la diosa Cibeles.