Termina 2010, un año que ha pasado sin apenas trascendencia en Osasuna. Y eso es bueno para un conjunto que, temporada tras temporada, debe luchar por la permanencia en Primera División. La salvación llegó temprano la pasada campaña, y en esta no terminan de ir las cosas del todo mal.
Los navarros han dejado en evidencia cuál es la única necesidad de todo club pequeño para mantenerse en la máxima categoría de nuestro fútbol: los partidos de casa. Así, Osasuna consiguió salvar los muebles la pasada temporada y va camino de hacerlo en el presente.
Y los números no fallan en estos casos. El Reyno de Navarra solamente ha visto ganar a dos equipos en 2010, a excepción hecha del propio Osasuna: el Racing en marzo y el Barcelona en el mes en curso. Los navarros sumaron 9 victorias y 9 empates en su feudo, o lo que es lo mismo, 36 de los 60 puntos posibles. Con estos números, a poco que se consiga fuera, eres carne de Primera.
Bien es cierto que lo de puntuar fuera de casa tampoco ha sido tarea fácil en el cuadro rojillo. Los puntos llegaron en dos victorias consecutivas a principios de año ante Xerez y Villarreal y en dos empates en A Coruña y Valencia en esta temporada. Es decir, 8 puntos de los 57 posibles. Sumando todo, lo que haría prácticamente una temporada completa, los rojillos sumarían 44 puntos en 2010, así que también mantendrían la categoría en esta ficticia clasificación, cumpliendo la máxima del conjunto sufridor: ganar en casa y rascar algo fuera.
Salidas y llegadas
El año también ha servido para incrementar las arcas del club con la venta del lateral César Azpilicueta. O mejor dicho, para reducir la deuda. Como bien es sabido en el mundo de los pobres, es mejor una buena venta a tiempo que una no-venta mejor en el futuro. El tiempo ha dado la razón a Osasuna, pues el joven navarro está actualmente en el dique seco y se perderá el resto de la temporada del Olympique. Una lástima para Osasuna, que aumentará su beneficio por objetivos.
Y Nacho Monreal, la otra joven perla de la cantera, podría seguir sus pasos en breve. También podría dejar la disciplina rojilla el alicantino Juanfran, aunque todavía no se han producido ofertas en firme por ninguno de ellos. El cuerpo técnico de Osasuna deberá estar atento al mercado por si hiciera falta reforzar el equipo en enero. Si nadie se fuera, se acabaría el problema, al menos hasta junio. Una cosa está clara: todos se comerán el turrón en Pamplona –al menos en nochevieja–.