Para cualquier deporte no existe ninguna otra bendición como encontrarse con dos genios coetáneos. El espectáculo está garantizado, como los réditos económicos y deportivos. Así sucede con Nadal y Federer, dos tenistas capaces de marcar una época con sus enfrentamientos sobre cualquier superficie. Ambos maestros incrementarán su leyenda, así como sus valores humanos, disputando, con carácter benéfico, dos encuentros consecutivos, primero en Zúrich (martes 21) y posteriormente en Madrid (miércoles 22)

El 1 y el 2 del mundo, Nadal y Federer.

Rafael Merino / SIGLO XXI

Recientemente, mientras se cerraba la última edición del US Open 2010, sumada al palmarés de Nadal, la prestigiosa revista Time publicó un listado con las diez rivalidades más destacadas de la historia. Lógicamente, esta lista está encabezada por el binomio hispano-suizo, es decir, entre ese estilo ofensivo y potente de Nadal contra ese movimiento más clásico, ligero y elegante de Federer. Detrás de ellos, otros cuantos protagonistas, lo más granado del tenis.

La segunda posición estaba reservada para una rivalidad entre damas, dos de las más grandes del circuito femenino. Navratilova y Chris Evert. Ambas se citaron hasta en 80 ocasiones en las pistas, de las cuales 60 fueron en finales. La primera, nacionalizada estadounidense y de origen checoslovaco, se adueño de los ochenta; la segunda, dominó la década anterior.

Agassi contra Sampras. Dos estilos de juego y dos formas de interpretar la vida. La irreverencia contra la seriedad, dentro y fuera de las pistas. Sampras dominó en 20 de los 34 enfrentamientos. Sus duelos, aunque famosos, nunca serán tan recordados como los protagonizados por McEnroe, cuyas disputas con Connors y con Bjorn Borg figuran en cuarto y quinto lugar, respectivamente.

McEnroe, el único que repite
Contra Connors, fueron 14 años de excelentes encuentros no carentes de discusiones y modales nada educativos en dos deportistas, contrastando con el respeto existente entre Nadal y Federer. Ambos protagonizaron un choque de personalidades. Se vieron las caras en 34 ocasiones (entre 1977 y 1991). McEnroe ganó 20 a 14, aunque en la retina del buen aficionado están sus finales del Abierto de Estados Unidos de los años 80 y 84. El calificativo de épico queda escaso de significado a la hora de describir ambas citas.

Federer y Nadal en Wimbledon

No obstante, el tenis en estado puro se concentró en la final de Wimbledon de 1980, con McEnroe y Borg como actores. La furia contra la ortodoxia. El prólogo al encuentro desarrollado, años después, por Nadal y Federer. Otro encuentro para la épica, otra cita para la historia.

El tenis femenino abre un paréntesis en sexta posición, situando a las hermanas Williams (único caso), donde Serena, la menor, supera a Venus (13 de 23). Dos puestos más abajo, en el octavo, están los enfrentamientos entre Steffi Graf y Mónica Seles. Fue a principios de los noventa, entre 1991 y 1993, durante los cuales, ambas tenistas coparon el palmarés de los grandes torneos, enfrentándose en seis finales. La agresión a Seles impidió ver más partidos para el recuerdo.

Tenis con historia
En séptima posición se encuentra algo más que un duelo entre grandes tenistas, se halla una pugna entre dos pioneros, entre dos protagonistas en blanco y negro, como las protagonizadas por Ken Rosewall y Rod Laver (único tenista en ganar de forma consecutiva los cuatro grandes torneos). Las estadísticas, sin llegar a ser muy fiables, aseguran que Laver dominó por 75 a 66. Lo que sí es cierto fue la gran amistad que entablaron ambos tenistas.

Si se menciona a impulsores del tenis, esta lista no debía olvidarse de un dueño en clave sexista, como el vivido entre Bobby Riggs y Billie Jean King. Ganó ella, se hizo con la ‘guerra de los sexos’; perdió él, cuyo reto no salió bien: dijo que ganaría a cualquier fémina, pero sus 55 años pesaron sobre los 29 de la campeona estadounidense. La lista se cierra con un enfrentamiento con carácter político, casi del pleistoceno, cuando Don Budge y Von Cramm se jugaban algo más que el honor deportivo sobre las pistas. El primero representaba a América, a la democracia, al pueblo trabajador; el segundo, alemán de clase pudiente, al nazismo. El recuerdo más sonoro data del US Open de 1937. Ganó Estados Unidos en el quinto set.

Muy posiblemente, en este listado histórico de la revista Time, se echen en falta otros muchos enfrentamientos con historia, así como a otros protagonistas como Emerson, Santana, Becker, Lendl, Wilander, Edberg o Guillermo Vilas.