No es fácil manejar una situación como la que vive el conjunto malagueño. Acabar en puestos de descenso en 2010 no ilusiona a la afición. Nadie pensaba este verano que el equipo iba a sufrir tanto y que ganar partidos fuese un auténtico ejercicio de supervivencia.
El Málaga suma un nuevo tropiezo, el primero de Pellegrini como local, y la derrota ante el Atlético deja al equipo muy tocado. Se espera como agua de mayo la apertura del mercado de fichajes, porque visto lo visto, hace falta reforzar el equipo, y mucho.
Se está jugando con fuego y es una diversión peligrosa. Ya no quedan más partidos este año y ahora deberán entrar en acción los despachos del club para traer nuevos jugadores que ilusionen a una afición que se encuentra bastante preocupada y cansada con el equipo. Gritos como: ¡Jugadores mercenarios! sonaron en una Rosaleda que desea cuanto antes un nuevo cambio en la dinámica del equipo.
Unas de las ventajas con las que puede contar la afición blanquiazul es la presencia del jeque, más bien su chequera, como dueño del club. Ha reiterado hasta la saciedad que seguirá vinculado al proyecto y que su dedicación será plena. Ahora deberá desembolsar una cuantiosa cantidad de euros para remodelar una plantilla que no cumple con las expectativas. Es de agradecer este hecho ya que con dinero las penas son menos y la llegada de nuevos jugadores en el mercado invernal pueden ser el antídoto para este enfermo Málaga.
Pellegrini no se esconde y es consciente de que con los jugadores con los que dispone no puede hacer más. El técnico chileno que necesita fichajes. Hay una realidad innegable. La plantilla es cuanto menos limitada y no da la talla en los momentos que más se necesita. Esperemos que con la llegada del nuevo año, los reyes, en este caso el jeque, nos traigan un nuevo plantel de futbolistas que saquen de nuevo una sonrisa a la afición.