La semana informativa en la Unión ha estado monopolizada por la indignación latente en plantilla y afición como consecuencia de los últimos arbitrajes sufridos por el equipo
Ya venía siendo tema de conversación en las últimas semanas la labor de los colegiados en los partidos de los charros, y una parte importante de la afición se mostraba ciertamente preocupada.
Muchos reconocen que en algún partido como el de Huesca los salmantinos pudieron ser beneficiados, pero ven la balanza completamente descompensada al considerarse perjudicados en Ponferrada, Girona o Valladolid, o en la visita del Alcorcón. Se estima que el balance de puntos acumulado por actuaciones deficientes es la nada despreciable suma de 10 puntos perdidos.
Pero el punto álgido de las criticas ha llegado tras el lacerante atraco a mano armada perpretado el pasado fin de semana por Ceballos Silva. En el seno del club no se atreven a quejarse abiertamente por temor a posible represalias federativas en forma de nuevos arbitrajes sospechosos, pero la afición no se corta un pelo.
La hinchada charra no es sospechosa de ser "llorona" en el sentido de escudarse en factores externos para justificar épocas de mal juego y resultados, se trata de una parroquia bastante exigente y de buen gusto futbolístico, por lo que es evidente que si se quejan con tanta vehemencia es porque realmente pasa algo. Muchos apuntan a que la UDS podría ser perseguida desde que tuvo un grave conflicto con la LFP por el tema de los derechos de televisión a entre los años 2000 y 2003.
Sea por lo que sea, parece evidente que desde el colectivo arbitral no se quiere que el Salamanca esté arriba en la clasificación y se baraja seriamente la opción de una protesta ruidosa en el próximo partido como locales, por lo que habrá que estar atentos a los acontecimientos y a las próximas actuaciones de los trencillas.