La información deportiva se ha convertido estos últimos días en un zoológico. Por periódicos, radios y televisiones desfilan animales de todo tipo. Un arca de Noé mediático en el que caben galgos, camellos, perros, gatos o pulgas. Unos se usan como recurso metafórico y otros, por desgracia, encajan en el sentido más peyorativo de la palabra animal.

A este último grupo pertenecen los implicados en la ‘Operación Galgo’. Camellos con las jorobas cargadas de sustancias dopantes que, en esta ocasión, no vienen de su hábitat natural, los desiertos del ciclismo, sino de los del atletismo. La sorpresa ha sido comprobar cómo entre ellos se encuentra Marta Domínguez, una de las contribuyentes anuales a lo que se ha denominado como la edad de oro del deporte español.

Lejos de Eufemiano Fuentes (que está en todas), Pascua Piqueras y médicos y entrenadores con largos años bajo sospecha, la supuesta participación de la palentina en esta trama ha asestado un durísimo golpe al atletismo en particular y al deporte nacional en general. Y es que este caso es mucho más grave. No se acusa a los implicados de haber intentado mejorar su rendimiento tomando sustancias prohibidas, sino de hacer una fortuna traficando con ellas y dañando la salud de otros deportistas.

Todo indica a que esta madeja se ha formado tirando del hilo de la ‘Operación Puerto’ y la ‘Operación Grial’ y lo más seguro es que no sea la última. Algo huele a podrido, pero lo mejor es tomarse este nuevo revés, por mucho que duela, como una buena noticia. Un síntoma de que la lucha contra el dopaje va en la dirección correcta, caiga quien caiga y pese a quien pese.

Mientras, en el mundo del fútbol, Mourinho sigue reclamando su cuota de protagonismo desde la sala de prensa. En esta ocasión, el portugués tiró de metáfora para pedir por enésima vez a su presidente un regalo de reyes en forma de delantero centro. Con Higuaín fuera de combate sine die, anda canino de ‘perros’ Mou, al que sólo le queda un Benzemá del que tiene tantas dudas como necesidad.
El criador luso teme tener que salir a cazar con ‘gatos’ y se afana en acudir al mercado invernal en busca de un can de raza y con pedigrí extranjero. Sin embargo, la mejor solución la tiene más cerca de lo que cree, en su propia perrera, donde hay ‘cachorros’ ávidos de demostrar que están preparados para convertirse en ‘perros’. Es el caso del canterano Álvaro Morata.

Después, en un ‘remake’ de la película ‘La verdad sobre perro y gatos’, Mourinho, al que pido perdón por mi falta de inteligencia, nos explicó que esos dos animales no corresponden a jugadores, ni siquiera a posiciones, sino a sistemas. ‘Perro’ es un 4-3-3 y ‘gato’ un 4-4-2.

El último animal del que más se habla, éste un insecto, es de la ‘Pulga’, más conocido como Leo Messi. El argentino del Barça es tan diminuto como dañino y en estos momentos, sea cual sea el producto que utilices, es imposible sacudírtelo. Ante la Real Sociedad, en otra actuación para el recuerdo, ‘picó’ otras dos veces y mantiene en todo lo alto su pelea goleadora con Cristiano Ronaldo. Ante el buen momento del ‘10’ del Barça, haría bien en espabilar Benzemá, no vaya a ser verdad al final aquello de que a perro flaco, todo son pulgas.