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Jorge Dargel

Los sibaritas del fútbol español

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El pasado fin de semana España se vio colapsado por culpa de la huelga irracional de los controladores aéreos, provocando el cierre del espacio aéreo durante casi dos días. El estado de alarma decretado por el Gobierno daba cuenta de la gravedad de la situación. Pero evidentemente, no sólo los miles de afectados fueron los ciudadanos que querían coger un avión para irse a cualquier lugar. El mundo del deporte se vio involucrado también por este conflicto. Por ejemplo, la mayoría de los equipos de fútbol de las diferentes categorías fueron previsores y solventaron el viaje en avión yendo en autobús o tren a la ciudad donde debían jugar. Lo importante era llegar al destino para disputar el partido de fútbol, costase lo que costase. Algunas escuadras tuvieron que ‘soportar’ doce horas de bus para alcanzar su destino, pero tenían el deber de llegar a su hora. Sin embargo, el Barcelona parece estar a otro nivel. De sobra es sabido que Guardiola quiere viajar el mismo día del choque liguero, pero el pasado fin de semana pecó de sibarita.

El bueno de Pep, sabiendo cómo estaba la situación aérea en toda España, prefirió no ceder en sus preferencias siendo conocedor de la imposibilidad para viajar en avión el pasado sábado. Discriminatoriamente, llegó un comunicado de la Federación Española de Fútbol concediendo una demora en el choque del Barça ante el Osasuna para el día siguiente, pero lógicamente, el club navarro se negó a aplazar su partido.

¿Qué pasa? ¿Es que el Barcelona tiene otro trato respecto al resto de mortales? ¿Por qué Guardiola no planeó una alternativa en su viaje a Pamplona? Al final, la razón se impuso y el conjunto azulgrana tuvo que viajar el mismo sábado y a contrarreloj para llegar a su partido ante el Osasuna. Llegó tarde y mal, pero a algunos se le permite todo. No digo que el Real Madrid hubiese tenido el mismo trato, pero basta ya de hacer distinción entre los supuestos poderosos y el resto de modestos. El Barça y Guardiola cometieron un error, pero no ha habido ninguna sanción por tener que comenzar el Osasuna-Barcelona con casi una hora de retraso.

Los sibaritas del fútbol español

Jorge Dargel
Jorge Dargel
sábado, 11 de diciembre de 2010, 08:16 h (CET)
El pasado fin de semana España se vio colapsado por culpa de la huelga irracional de los controladores aéreos, provocando el cierre del espacio aéreo durante casi dos días. El estado de alarma decretado por el Gobierno daba cuenta de la gravedad de la situación. Pero evidentemente, no sólo los miles de afectados fueron los ciudadanos que querían coger un avión para irse a cualquier lugar. El mundo del deporte se vio involucrado también por este conflicto. Por ejemplo, la mayoría de los equipos de fútbol de las diferentes categorías fueron previsores y solventaron el viaje en avión yendo en autobús o tren a la ciudad donde debían jugar. Lo importante era llegar al destino para disputar el partido de fútbol, costase lo que costase. Algunas escuadras tuvieron que ‘soportar’ doce horas de bus para alcanzar su destino, pero tenían el deber de llegar a su hora. Sin embargo, el Barcelona parece estar a otro nivel. De sobra es sabido que Guardiola quiere viajar el mismo día del choque liguero, pero el pasado fin de semana pecó de sibarita.

El bueno de Pep, sabiendo cómo estaba la situación aérea en toda España, prefirió no ceder en sus preferencias siendo conocedor de la imposibilidad para viajar en avión el pasado sábado. Discriminatoriamente, llegó un comunicado de la Federación Española de Fútbol concediendo una demora en el choque del Barça ante el Osasuna para el día siguiente, pero lógicamente, el club navarro se negó a aplazar su partido.

¿Qué pasa? ¿Es que el Barcelona tiene otro trato respecto al resto de mortales? ¿Por qué Guardiola no planeó una alternativa en su viaje a Pamplona? Al final, la razón se impuso y el conjunto azulgrana tuvo que viajar el mismo sábado y a contrarreloj para llegar a su partido ante el Osasuna. Llegó tarde y mal, pero a algunos se le permite todo. No digo que el Real Madrid hubiese tenido el mismo trato, pero basta ya de hacer distinción entre los supuestos poderosos y el resto de modestos. El Barça y Guardiola cometieron un error, pero no ha habido ninguna sanción por tener que comenzar el Osasuna-Barcelona con casi una hora de retraso.

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