Entiéndase como ironía. Muchos medios de comunicación, aprovechando su innegable poder ante la pasividad intelectual de los espectadores, tratan de hacer llegar al pueblo una mentira maquillada. No es una novedad. Cierto. Triste pero real. Sin embargo, la persecución hacia el conjunto barcelonista y en particular hacia Pep Guardiola ya empieza a ser preocupante.

Porque la cruzada para desacreditar al míster azulgrana no ha hecho más que empezar. Al día siguiente de lo sucedido en el Reyno de Navarro, los informativos más influyentes [sic] en el mundo del deporte, además de la prensa, hicieron un gran reportaje en la que se desvelaba “la década de los favores federativos al Barça”.

Cierto diario deportivo de cuyo nombre no quiero ni debo acordarme [Marca], ha iniciado ya su particular batalla contra el sabio Pep Guardiola. El técnico de Santpedor se equivoca, sí. Incluso no orina colonia, como se llegó a especular en su día. Durante el caótico viaje de los catalanes a Pamplona, la web del siempre líder rotativo español titulaba con grotescas tipografías a tres líneas. Al final, la conclusión fue que la Federación, ante la presión insistente de los entendidos, no se tragó el bulo de Pep.

Y el Barça viajó en tren y en autobús a contrarreloj para llegar al mítico Sadar. Llegó, vio y venció. Tan fácil, tan sencillo. A deshora. Porque Osasuna, con el que nadie contó en un principio, pudo impugnar el partido tras el retraso del Barça. No lo hizo: se jugó los tres puntos en el tendido. Chapeau por ellos.

Víctimas, tampoco
Pinto ya aseguró en rueda de prensa que ellos tan sólo eran unas víctimas de todo cuanto sucedió. Tampoco. El club barcelonés se equivocó, no hay la menor duda. La huelga de controladores aéreos afectó de lleno a muchos equipos de Primera y Segunda pero éstos fueron previsores y viajaron con antelación a sus lugares de destino. El 'Pep Team' erró en sus previsiones, pero la RFEF, a la que nadie ha culpado por su inaceptable gestión, tuvo gran parte de culpa.

De ahí el contundente mensaje del técnico culé en la rueda de prensa posterior al partido, enardecido por las informaciones que aparecieron durante el transcurso del día. Pep Guardiola se encendió ante los medios de comunicación y dijo su verdad, cargando con todo el peso de la responsabilidad. No obstante, sí nos dejó su dosis de talante y pidió perdón al club navarro y a los aficionados que esperaron pacientemente en el estadio.

“Pase lo que pase, pido a los seguidores que no nos dejen nunca; que nos animen y nos apoyen”, concluyó el míster. Este miércoles mismo, Xavi también lo advirtió en una jugosa entrevista en el Diario Sport, en la que llegó a asegurar que muchos no soportan que el Barça sea la referencia en el mundo del fútbol. "Sabemos que hay mucha gente que nos está esperando para darnos un palo a las primeras de cambio. No soportan que el Barcelona vaya bien, no aguantan que celebremos títulos, ni tampoco que hagamos espectáculo en el campo”, cargó uno de los capitanes culés.

Menuda guerra. Innecesaria. Es una lástima que, pese a contar probablemente con uno de los mejores equipos de la Historia, no se pueda disfrutar de ello. Es momento de marcar escuela, de seguir logrando hitos que quedarán escritos para la eternidad. Yo podré decir que vi jugar al 'Barça de les Sis Copes'. No obstante, lo mejor es desestabilizar y hundir al adversario [sic]. Los Xavi, Iniesta y Puyol no merecen este trato. Es entendible incluso que Pep afirme ser de un país perdido lindante con España. Por cierto, entretanto, el Balón de Oro para La Masía. Vaya 'mouzazo'...