A pesar de no jugar el Granada su partido del fin de semana ante el Tenerife, por el caos ocasionado por los controladores aéreos, la semana no ha transcurrido de forma tranquila en el seno de la plantilla rojiblanca.
Parece que cada cierto tiempo Fabri tiene que ser noticia, como cuando lo fue después del mal partido hecho por los suyos en Albacete, donde dio un toque de atención a su plantilla que a la larga ha resultado ser efectivo.
Este martes, en la sesión habitual de entrenamiento del equipo, el técnico del Granada recriminó en repetidas ocasiones a Orellana la actitud que estaba teniendo, para acabar echando al chileno diciéndole que “no estaba teniendo respeto por su trabajo ni por el de sus compañeros” a lo que Orellana respondió que “sí estaba teniendo respeto, pero es que él era una mala persona”.
Tal comentario del jugador del Granada no ha pasado desapercibido al presidente Quique Pina, el que se ha visto obligado a imponer una multa al jugador.
Con todo esto, no parece que el Granada vaya a recibir en las mejores circunstancias al Nastic de Tarragona el domingo, pero más allá de lo acontecido, y si todas las partes implicadas saben aprender de los errores, a lo mejor estamos ante un caso como el de Albacete, que marcó un antes y un después en la temporada del Granada y, sobretodo, Fabián Orellana debe seguir trabajando como lo venía haciendo últimamente, lo que se estaba traduciendo en un gran rendimiento del chileno en el terreno de juego, donde era ya uno de los jugadores más importantes del equipo.