Comentábamos la semana pasada como Oltra aterrizaba en Almería para coger un equipo en coma y con la misión de resucitarlo y ponerlo en condiciones de competir por no perder la categoría.
También nos hacíamos eco de que, aunque se había perdido el primer compromiso contra el Valencia en Mestalla, pero sí que se produjo un cambio muy significativo en actitud sobre el campo. Se vio también un cambio importante en lo que respecta a la disposición de los jugadores sobre el terreno, no solo en su actitud sino en la disposición táctica. Se veía, como decíamos, un equipo menos contemplativo, más agresivo y, desde luego, mucho más vertical.
Toda la recuperación se cifraba pues en el partido de la semana pasada contra el colista, el Zaragoza. Se veía el partido como un punto de partida inmejorable para conseguir la primera victoria en casa, que aún no ha llegado en lo que va de liga, y de paso tomar un poco de distancia con el farolillo rojo, saliendo de los puestos de descenso de paso.
Pero casi nada salió como se esperaba en Almería. Y lo primero, lo más básico, está empezando a fallar dramáticamente: la plantilla está cayendo lesionada a un ritmo tan grande que Oltra se está quedando sin efectivos. Ya en ese trascendental partido contra el Zaragoza el Almería tuvo que jugar de entrada con dos jugadores del equipo B. Es decir, para el partido que iba a marcar el principio de la recuperación, el Almería jugaba con media defensa del filial, sin Bernardello, el pulmón del centro del campo que cayó lesionado a finales de la primera parte, y sin su “bala” Crusat por la banda, ya que no estaba al 100% y solo pudo jugar unos minutos la segunda parte. El empate a uno no dejó satisfecho a nadie, y además, esa imagen de recuperación que se ha había exhibido en Valencia se vino un poco abajo.
Pero es que para la próxima jornada en Nervión, la cosa no pinta mucho mejor. Con los centrales Pellerano y Silva en el dique seco hasta el año que viene, con el extremo Nieto enlazando lesiones, y con Bernardello que tampoco reaparecerá hasta 2011, este Almería anda muy corto de efectivos y no parece en el mejor momento para poder dar un golpe de mano en Sevilla el sábado que viene. Y es que, ya se sabe, a perro flaco, todo son pulgas.