El técnico del Real Zaragoza Javier Aguirre sigue insistiendo en que el club no planea de momento fichar, en que no hay dinero para hacerlo y en que la plantilla actual debe tirar del carro a espensas del rendimiento de Uche y Laguardia.
Con los hombres que copan el elenco zaragocista, tanto el mexicano como su predecesor, lo han probado todo. En el aspecto táctico, es preciso recordar ejemplos como el sistema de cinco defensores impulsado por José Aurelio Gay, que parecía ser el idóneo para recoger los mejores frutos en la competición liguera hace tan sólo unas semanas.
También los experimentos con los jugadores han sido variopintos. Gran parte de ellos han pasado por diferentes puestos jornada tras jornada sin, en determinados casos, encontrar una posición estable en el once.
Ahora, Aguirre apuesta por Paredes en sus tácticas con esquemas diferentes a los de Gay puesto que es otro entrenador, con otra metodología y otras preferencias, el que se sienta hoy en el banquillo zaragocista.
Tiempo es lo que, se intuye, pedía el mexicano en rueda de prensa este domingo para conocer más a sus jugadores. Tiempo, eso sí, necesita además para seguir probando con la plantilla actual todo cuanto desee. Pero, si bien un nuevo técnico como el Vasco puede traer mejoras, nuevos fichajes para una plantilla que no funciona siendo nuevamente colista es la última bala en el cargador.
El optimismo es una actitud factible, dado que son sólo dos puntos los que separan al Real Zaragoza de la salvación. No obstante, un afianzamiento de esa actitud es sinónimo de comenzar a plantear en invierno los nombres que no se pusieron sobre la mesa en verano. Nombres que pueden hacer de la salvación una realidad.