Ya sé que aún no han jugado el Clásico y que el título de este artículo parece o es una incongruencia. Quizás sí, pero incluso si el Barça gana por 5-0 seguiré pensando que el barcelonismo ya ha perdido su primera gran batalla frente al Real Madrid de Mourinho…
Cuando dice Rosell que el Barça recibirá a Mou como se merece, Mourinho está ganando. Cuando se publica una entrevista a cinco columnas de Stoichkov diciendo que “El Madrid me da asco”, Mourinho está ganando. Cuando un desalmado apedrea el autocar merengue a la llegada de los blancos a Barcelona, Mourinho está ganando...
Manuel Preciado creó el caldo gordo con lo de “canalla” y esperemos que las fuerzas del orden eviten una tragedia en el Camp Nou, porque un deporte que es capaz de darle a Laporta… ¡cuatro diputados! es que va más allá de una simple afición para ser algo genético, clavado a fuego en la gente.
Eso sí, Guardiola y sus chicos han cerrado filas con declaraciones de respeto porque saben que Mourinho, en el terreno de los Medios y de la dialéctica, gana por goleada. Va a ser un partido eléctrico, que lo mismo se enfría si se pone el Barça 2-0 en veinte minutos. Pero lo mismo se adelanta el Madrid. O no pasa mucho en las áreas y acaban 0-0. A mí me gustaría ver, al menos, tres o cuatro goles, que el respetable lo merece.
Este partido se va a poder ver en todo el orbe, así que más que partido del siglo, es el partido del planeta, con una constelación de estrellas espectacular y con casi 900 periodistas de todo el mundo acreditados (como para simular tarjetas…). Aunque sólo sea por el morbo de ver qué equipo pierde, qué dicen, qué hacen y qué es lo que pasa después, merece la pena sentarse a ver dos estilos, dos ciudades, dos actitudes, dos formas de vida, dos rivalidades, el gran Barça-Madrid, la sal y pimienta del fútbol patrio.