WASHINGTON - Si le queda alguna duda del verdadero significado de las legislativas de este mes, permítame remitirle a la ganadora más destacada de ese examen. Hablo de Lisa Murkowski, la senadora de Alaska elegida como independiente.

El rasgo distintivo de las elecciones de 2010 fue la energía generada entre los votantes por la mezcla de una acusada recesión económica con el desencanto generalizado con Washington y la política nacional practicada por Barack Obama y las dos formaciones.

Murkowski fue la ganadora más notable de toda la campaña porque primero fue víctima y luego triunfadora. También es la primera persona en salir elegida al Senado como candidata independiente de lista desde que Strom Thurmond explotara a las fuerzas racistas de Carolina del Sur en 1954 para lograr su escaño.

La saga Murkowski comenzó el pasado verano cuando fue desbancada como candidata en las primarias Republicanas de Alaska por Joe Miller, un abogado defensor que había hecho campaña como la opción predilecta del movimiento fiscal y de la ex gobernadora de Alaska Sarah Palin, candidata Republicana a la vicepresidencia en 2008.

Palin ha llevado a cabo una venganza particular contra la familia Murkowski y se convirtió en gobernadora hace cuatro años sustituyendo al padre de Lisa, Frank Murkowski, en otras primarias Republicanas de escasa participación.

Antes de abandonar el cargo, Frank Murkowski designó a Lisa para ocupar el escaño Republicano en el Senado vacante, sólo para verla perder la candidatura este año.

Cuando ella perdió las primarias, se esperaba que fuera su final. Miller se hizo a la idea de una carrera fácil contra un Demócrata desconocido en su estado de orientación Republicana. Pero Murkowski, con cierta ayuda notable de elementos anti-Palin y sectores de la industria energética, decidía intentar una campaña imposible como candidata de lista independiente.

En cualquier circunstancia es difícil. Con el sistema muy restrictivo de identificación electoral y la obligación de deletrear correctamente un nombre de 13 letras y cinco sílabas, las probabilidades de éxito parecían reducidas.

Cuando Murkowski era preguntada hace poco por la periodista de "Newshour" en la PBS Judy Woodruff cómo había hecho para superar el apoyo de Palin a Miller, esto es lo que dijo.

"Es histórico. Es una sensación estupenda". Ella destacaba que más de 100.000 habitantes de Alaska habían rellenado la casilla con su nombre y que su margen de 10.000 votos sobre Miller era tan sustancial que incluso si todos los votos de los que él había pedido el recuento se descartaban, seguiría ganando ella por más de 2.000 votos. En estas circunstancias, el retraso de Miller no tiene ningún sentido, decía ella.

Luego Woodruff le preguntó cuál es la conclusión que saca del resultado. Murkowski decía: "Bueno, en unas elecciones todo depende de lo que tiene que ofrecer el candidato. Joe Miller apeló claramente al elemento más conservador. Pero, en nuestro estado, tenemos más del 50% del electorado que elige no alinearse con ninguno de los partidos, ni Republicano, ni Demócrata, ni independiente, ni nada.

"Y por eso fue tan importante garantizar que todos los habitantes de Alaska, al margen de su pelaje político, vieran que tenían a alguien que va a representar sus intereses más preciados. Creo que eso es lo que se decidía en estas elecciones. Querían a alguien que fuera a ser un constructor del consenso, alguien que trabajara para unir a la gente para trabajar de verdad gobernando con eficacia".

La demografía exigió que Murkowski pidiera el apoyo de Demócratas y de independientes, tanto como de Republicanos. Pero ella decía que sus expectativas no diferían de un grupo a otro. "Creo que lo que se busca es lo mismo que busca cualquier habitante de Alaska: Que represente a nuestro estado. Que trabaje con gente que tiene opiniones contrarias para redactar buenas legislaciones que permitan a nuestro estado y a nuestra nación moverse en una dirección positiva.

"Creo que eso es lo que buscan los votantes. No creo que la mayoría esté buscando a alguien que cumpla la ortodoxia de un partido u otro, y que nunca se aparte de ella. Creo que quieren que pensemos, y creo que quieren que trabajemos juntos cooperando. Entonces esa es mi promesa a todos los habitantes de Alaska, al margen de que sean los Republicanos más conservadores o los Demócratas más de izquierdas, yo voy a tratar de encontrar la forma de que podamos encontrar terreno común para ayudar al estado y ayudar a nuestro país".

¿Quiere saber lo que se decidía en las elecciones? Esa es una respuesta rigurosa.