Los ilicitanos ofrecen serios problemas para repetir los buenos números de la temporada pasada. Bordalás conoce los 23 goles que llevaba el Elche en la jornada 13, pues ya se sentaba en el banquillo franjiverde tras la destitución de Claudio Barragán. Eso sí, por aquel entonces, a pesar de llevar 14 más que la presente campaña, los alicantinos habían encajado 19 dianas, por las 11 de ahora.
La defensa del Elche ha sido tumbada solamente en 11 ocasiones (vamoselche.com)
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Desglosando más el bagaje ofensivo del conjunto blanquiverde, encontramos numerosas comparaciones que distan mucho de aquel equipo comandado por el goleador Molina. Dos de los delanteros del último rival en el Martínez Valero, Jandro y Peragón, suman en su casillero individual 11 tantos, más que todos los goles marcados hasta el momento por los ilicitanos.
Ejemplos como los jugadores del Girona hay varios, Geijo y Quini de Granada y Alcorcón respectivamente, o Rubén Castro y Armenteros, pertenecientes a Betis y Rayo Vallecano. Y no quedan aquí los pobres números del Elche en ataque, ya que desde que Linares fusilara al guardameta del Cartagena, tras aquella gran cabalgada de Wakaso, el conjunto de Bordalás no ha sido capaz de marcar un tanto fuera de casa. Una diana que valió su peso en oro, pues los franjiverdes consiguieron los tres puntos.
Solidez defensiva
Dos de los grandes aspectos positivos esta temporada, y casi los únicos, son la defensa y el guardameta Willy Caballero. Mientras que Nástic, Albacete y Tenerife, tres ocupantes de la zona baja de la tabla, llevan un gol más que los ilicitanos, estos han sido capaces de estar en la parte alta de los equipos menos goleados.
El cancerbero argentino solo ha tenido que recoger ocho balones de las redes de su portería, pues los otros tres tantos encajados se los reparten Palanca y Jaime. El centrocampista tuvo que colocarse bajo los palos ante el Valladolid tras la expulsión de Willy y al haber cumplido el cupo de cambios.
Los 11 goles en contra del Elche significan una buena actuación tanto de Caballero como de la defensa, con una pareja formada por Pelegrín y Etxeita afianzada en el eje de la zaga. Carpio también comienza a ser fijo y Ripa sustituye a Edu Albácar hasta la recuperación del ex rayista.