Con su victoria, merecida, frente al Real Betis, el FC Cartagena certifica su condición de buen samaritano, algo rebelde, bien próxima a la del héroe arquetípico del folclore inglés. Esto es, Robin Hood
No en vano, el Cartagena ha ido regalando a los más necesitados de la Liga Adelante, sin remilgo alguno, todos los puntos conquistados, a fuerza de tesón, frente a rivales de más enjundia o, como mínimo, mejor situados en la tabla clasificatoria. Así, el Efesé de Juan Ignacio ha vencido con relativa claridad a rivales fuertes como Xérez, Barcelona B, Granada o Betis para pifiar estrepitosamente frente a conjuntos sumidos en verdaderos procesos terminales de los que, caritativamente, ha ido recuperando. Verbi gratia, Nástic, Córdoba, Numancia y, más recientemente, Recreativo de Huelva, que estrenó su casillero de victorias hace quince días frente a los departamentales.
La cosa no pasaría de mera anécdota si no fuera por el contraste que este hecho supone con respecto a la temporada anterior en la que, si de algo pecó el conjunto blanquinegro, fue de incapacidad para sobreponerse a sus rivales directos en su lucha por el ascenso. Justamente se vivió la situación inversa a la actual, con un Cartagena intratable frente a rivales de la parte baja de la tabla pero que luego solía descomponerse frente a los gallitos de la categoría. Por eso no ascendió…
Y en estas que ahora hay que ir a Valladolid. Con su técnico, Antonio Gómez, cuestionado y tras un doloroso correctivo en Xérez, diríase que los de Pucela comparten a partes iguales su condición de equipo gallito y, al mismo tiempo, necesitado de puntos. En esta tesitura, se antoja harto complicado vaticinar qué versión del Efesé veremos en Zorrilla; si la que se impone con solvencia a los equipos llamados a estar en la parte alta o la que se pliega, generosamente, ante los que se encuentran en apuros.
En cualquier caso se tratará de un enfrentamiento muy especial, sobre todo para un hombre –sería pecado no recordarlo en estas líneas- que ha sido santo y seña para la afición blanquivioleta. Víctor, en las filas del Cartagena, volverá por primera vez desde su involuntaria salida a la que fue su casa tantísimos años. Como no podía ser de otro modo, se le rendirá cumplido homenaje.