La edad en que se inician los adolescentes en el “botellón” desciende a los 13 años, según una encuesta realizada por Sociodrogoalcohol. Los estudios apuntan que los menores implicados en actos violentos rufianes cada día son más jóvenes, dándose casos en los que quienes los cometen son niños menores de 13 años. En Francia se ha implantado el toque de queda para los adolescentes menores de 13 años: Desde las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana. “¿Es normal que un menor de 13 años que ya ha tenido encuentros con la policía ande solo en plena noche, sin el acompañamiento de una persona que ejerza la autoridad paterna?”, es la pregunta que se hace el vecindario de la Plaza Beauvau. “No está claro, lo encuentrito inaceptable”,dice Brice Hortefeux.

Queda claro que con “botellón” o con violencia, los menores de 13 años andan a sus anchas de noche y sin la compañía de personas adultas responsables. La sociedad en general no acostumbra a preocuparse del “botellón” o de la violencia excepto cuando la afecta directamente el ruido, la suciedad y los alborotos. Por lo que hace a la delincuencia de menores sucede algo parecido. Las autoridades gracias a la abundante información que poseen sobre el tema ven el problema en su aspecto global y son conscientes del peligro que representa el comportamiento incívico de los menores. Por ello dictan leyes restrictivas que prohíben el consumo de bebidas alcohólicas en los espacios públicos y transitar solos a altas horas de la noche.

El Dr. Francisco Pascual, asesor técnico de la Federación de Alcohólicos Rehabilitados de España, afirma que es “la gran permisividad de la sociedad” y dentro de esta debe incluirse a la familia, el principal centro educativo del niño. El problema, afirma el Dr. Pascual, no se soluciona con más leyes. “España”, asegura, “es el país con más legislación restrictiva y el que menos la cumple”. El Dr. Pascual añade que el problema, refiriéndose al “botellón”, no se resuelve con campañas de “resultados dudosos ni diseñando formas de ocio alejadas de lo que los chavales quieren”. A su entender, “se necesita el compromiso de toda la sociedad, y sobre todo de la familia que es la que enseña a este niño desde que es bebé que consumir alcohol es normal”.

Mª Teresa Cortés, profesora de Psicología de la Universidad de Valencia, que ha dirigido el estudio”Análisis de los determinantes psicosociales que intervienen en la aparición del botellón”, resume este problema diciendo: “Se ha de incrementar el nivel de conciencia de los más jóvenes, sobre todo, cambiando la mentalidad de la sociedad y de la familia”.

¿Por qué beben los adolescentes de la manera que lo hacen? La señora Cortés dice que, según afirman los entrevistados, “porque asocian el alcohol con diversión, para desinhibirse y alcanzar un estado de ánimo positivo”.

¿Cuál es la responsabilidad de los padres en el follón adolescente? En buena parte la responsabilidad es de ellos. ¿Cuál es el ejemplo moral que imparten a sus hijos? Un ejemplo sintomático de lo que pasa en las familias es ver en los balcones y terrazas macetas con plantas de hachís. Estas plantas no se exhiben para adorno. Se cultivan para fumar sus hojas. Los niños se familiarizan con esta droga y no debe extrañarnos que antes de los 13 años fumen su primer porro.

¿Porqué los adultos consumen drogas, el alcohol es una de ellas? La señora Cortés, a pesar de que se refiere a los adolescentes que beben para desinhibirse y alcanzar un estado de ánimo positivo, los motivos también pueden aplicarse a los adultos. Nos encontramos en un circulo vicioso: los adultos consumen productos que alteran el estado de conciencia para desinhibirse de sus problemas. Los hijos también tienen los suyos y quieren deshacerse de ellos siguiendo el modelo que les dan los padres. El resultado es que los padres ofrecen unas conductas morales poco éticas que sirven de ejemplo a los hijos. Por ello no debe extrañarnos que a los 13 años ya tengan problemas con la justicia y estén enganchados al “botellón” y a las drogas.

Según el Dr. Francisco Pascual no se cumplen las leyes restrictivas que se legislan. ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo se cambia la mentalidad de la sociedad y de las familias que propone Mª Teresa Cortés? La mentalidad, aunque algunos dicen que no puede cambiarse, si puede hacerse. Lo que ocurre es que no se desea hacerlo y no se acepta el remedio. Se va de Herodes a Pilato. Este comportamiento impropio hace siglos que dura.

En tiempos del profeta Jeremías Israel estaba atravesando una etapa muy oscura de su historia. El Señor les dice por mediación del profeta: “Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Pero dijeron: No andaremos” (6:16). ¿Se ha dado cuenta el lector cuál fue la respuesta a la solución que el Señor les proponía? “No andaremos”. Nosotros seguimos el mal ejemplo de los antiguos y decidimos que no queremos escuchar las advertencias que Dios da para nuestro bien. Entonces no tenemos derecho a culpar a Dios de nuestros males, tal como viene haciéndose tan a menudo.