Levante, Deportivo, Málaga y Racing. Son los próximos encuentros que tiene enfrente el Hércules para dilucidar si va a comerse tranquilo el turrón. Los cuatro son rivales directos y en un mes la posición de todos puede dar un vuelco en la tabla. Diciembre decide.
Los blanquiazules han dado varias de cal y otras tantas de arena en lo que llevamos de temporada, tanto dentro como fuera de Rico Pérez. La regularidad está brillando por su ausencia. Y por eso es tan importante cambiar la trayectoria durante el mes de diciembre.
Preocupa sobremanera las goleadas que está sufriendo el equipo fuera de casa. Sólo tres goles a favor para diez goles encajados. La solidez defensiva, por la que está luchando Esteban Vigo desde septiembre, no se ha logrado en ningún momento, y los goles en contra por errores en la zaga son ya demasiado habituales.
De los tres goles a favor fuera del Rico Pérez, dos los consiguió en Barcelona. El resto es de sobra conocido. El equipo no está cómodo y no llega con claridad. Domina, pero no sabe qué hacer con el balón. Allí no tienen al público para empujar al equipo y Drenthe tampoco es siempre la llave que pone el carácter ausente en el resto del plantel. Al final, los rivales llegan y el Hércules ya se encarga de hacer regalos defensivos para perder el partido. La historia se repite una y otra vez.
Así que hay que buscar la asociación correcta abajo para que, al menos durante los próximos cuatro partidos, el equipo dé imagen de equipo sólido. Si se consigue vencer en la mayoría de ellos, 2011 empezará de forma tranquila y será más fácil corregir errores atrás. Pero si todo sigue igual, llegarán los nervios. Y los de hombre de arriba no van siempre a resolver los partidos. Eso lo deberían saber ya a estas alturas.