El Gobierno Rodríguez ha demostrado que trabaja con un desorden manifiesto. Podemos comprobarlo en la mayoría de las medidas adoptadas por el Ejecutivo, desde las que favorecieron el ‘efecto llamada’ hasta la prestación de los 2.500 euros por el nacimiento o adopción de un hijo, por poner algún ejemplo, aunque hay muchos otros que la ciudadanía conoce.
Medidas como la de los 2.500 euros nunca debieron salir adelante, porque demuestran incoherencia y falta de planificación. La asignación de los dos mil quinientos euros fue una clara medida electoralista y torticera. Como la que pretende conceder el PSC a los ‘NiNis’ si llega a gobernar la Generalitat. A partir de ahí pueden obtenerse todas las conclusiones y reflexiones que desee el ciudadano. El PSC necesita votos en este momento y sabe que una parte de la ciudadanía reacciona, en muchos casos, por el bolsillo. Aquí, en este punto, la conocida improvisación se transforma en interés partidista, en egoísmo calculado y en ‘salto sin paracaídas’.
En su día, desde el Partido Popular se entendió la medida como un “cheque-voto” de tipo “discriminatorio e insuficiente”. Comparar la situación de cada una de las comunidades es hacer visibles las diferencias que, dicho sea de paso, son muchas y muy agudas. Si comparamos por ejemplo Castilla y León con Cataluña es como hacerlo con el agua y el vino. Para hacernos una idea clara, en Cataluña la prestación superaba los 625 euros anuales por hijo hasta los tres años y, en familias monoparentales o numerosas, se sobrepasaban los 730 euros por hijo hasta el momento de cumplir los seis años.
Después de haber criticado duramente el Partido Popular las medidas que llevó a cabo el PSOE en su día, ahora nos encontramos con que en Cataluña el propio partido de la derecha –que también necesita votos- presenta su “Contrato con las familias catalanas”. Plantea miles de euros por el nacimiento de hijos. Y no solo habla de ayudas por nacimiento, sino que pretende añadir otras de cientos de euros, lo que convierte la campaña de la derecha de Rajoy en una campaña de compra de votos. Claro que, ni más ni menos es lo que hacen los demás, con lo que la campaña electoral se ha degradado considerablemente y posiblemente se haya convertido en la más mediocre del periodo democrático español.
Salva al PP de Cataluña la acertada idea de impulsar una Ley de Protección a las Familias Numerosas y la desgravación para quienes lleven a sus hijos a la concertada (claro ejemplo del reparto igualitario de los fondos del Estado). Ambas medidas pueden ser de fuerte calado, sobre todo si tenemos presente que los Gobiernos de Rodríguez son los que menos ayudas han aportado a las familias, los que más derechos sociales han recortado, los que más han trapicheado con las becas y, a la vez, los Gobiernos que más despilfarro han llevado a cabo, así como los que más daño han causado a la caja de la Seguridad Social; llegando a pagar el coste de varias elecciones con cargo a esos fondos de ahorro, con lo que el cobro de las jubilaciones se ha puesto en serio y cercano peligro .
