Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Fútbol
Etiquetas | Análisis Las Palmas
Yeray Medina

Se repite la misma historia

|

La mala gestión a la hora de llevar un partido que se gana, empieza a crear serios debates en el entorno amarillo.

Ya pocos se atreven a no ver que algo está pasando cuando la historia se repite frecuentemente en un partido que se está ganando.

Cuando se acercan los últimos veinte minutos de cada partido. Los aficionados amarillos se echan a temblar, y los más debotos a rezar, porque no ocurra lo que al final tristemente vuelve a pasar.

Contra el Salamanca volvió a salir a escena una realidad que empieza a dejar huella, y a generar todo tipo de lamentos, rabias y comentarios de todo tipo.

El equipo, aparte de padecer este problema de modo crónico. Entra en una dimánica negativa donde no gana desde el partido en casa ante el Albacete.

Poco a poco, los puestos altos se van alejando, y los puestos bajos acercando. Esto ya provoca en algunos cierto temor, o inseguridad. Pese a este "terrible" problema de mala gestión de los partidos al final, todos coinciden este año en que el equipo tiene calidad y potencial para que las cosas salgan bien y se esté en la parte alta, aunque el objetivo estandar sea la permanencia.

Es por ello que a diferencia de otros años, se vea más injusto lo que sucede esta temporada con Las Palmas. Entre las muchas decisiones arbitrales que han condenado puntos y aumentado disgustos en la parroquia amarilla... y el no sabar matar los partidos o controlarlos en su recta final. Los insulares han ido cayendo en puestos y en ánimos.

Si a eso añadimos una enfermería que no ha parado de estar llena ultimamente, el comienzo del ciclo de sansionados por el alto número de amarillas que se ven en los partidos, la juventud y poca experiencia de muchos jugadores en la categoría. Tenemos un resultado que pudiera explicar lo que ocurre ahora mismo.

Encima el caprichoso calendario nos sirve al Rayo en casa y al Celta fuera, que están en un buen momento. Así que todo parece complicarse por momentos, para los pupilos de Paco Jémez.

Pero existen argumentos de sobra para no perder la esperanza y el ánimo con los amarillos esta temporada. Hay margen de mejora, y estos problemas se acabarán solucionando a poco que los insulares vuelvan a tener la poseción del balón en alto número, y se disponga de nuevo del equipo "base" que comenzó la liga a tan alto nivel.

El Rayo puede ser el rival perfecto para que se recupere y reactive la ilusión y la confianza en un proyecto lleno de futuro, pero que como todo proyecto que empieza, necesita su tiempo para ser pulido y perfeccionado.

Se repite la misma historia

Yeray Medina
Yeray Medina
domingo, 21 de noviembre de 2010, 19:49 h (CET)
La mala gestión a la hora de llevar un partido que se gana, empieza a crear serios debates en el entorno amarillo.

Ya pocos se atreven a no ver que algo está pasando cuando la historia se repite frecuentemente en un partido que se está ganando.

Cuando se acercan los últimos veinte minutos de cada partido. Los aficionados amarillos se echan a temblar, y los más debotos a rezar, porque no ocurra lo que al final tristemente vuelve a pasar.

Contra el Salamanca volvió a salir a escena una realidad que empieza a dejar huella, y a generar todo tipo de lamentos, rabias y comentarios de todo tipo.

El equipo, aparte de padecer este problema de modo crónico. Entra en una dimánica negativa donde no gana desde el partido en casa ante el Albacete.

Poco a poco, los puestos altos se van alejando, y los puestos bajos acercando. Esto ya provoca en algunos cierto temor, o inseguridad. Pese a este "terrible" problema de mala gestión de los partidos al final, todos coinciden este año en que el equipo tiene calidad y potencial para que las cosas salgan bien y se esté en la parte alta, aunque el objetivo estandar sea la permanencia.

Es por ello que a diferencia de otros años, se vea más injusto lo que sucede esta temporada con Las Palmas. Entre las muchas decisiones arbitrales que han condenado puntos y aumentado disgustos en la parroquia amarilla... y el no sabar matar los partidos o controlarlos en su recta final. Los insulares han ido cayendo en puestos y en ánimos.

Si a eso añadimos una enfermería que no ha parado de estar llena ultimamente, el comienzo del ciclo de sansionados por el alto número de amarillas que se ven en los partidos, la juventud y poca experiencia de muchos jugadores en la categoría. Tenemos un resultado que pudiera explicar lo que ocurre ahora mismo.

Encima el caprichoso calendario nos sirve al Rayo en casa y al Celta fuera, que están en un buen momento. Así que todo parece complicarse por momentos, para los pupilos de Paco Jémez.

Pero existen argumentos de sobra para no perder la esperanza y el ánimo con los amarillos esta temporada. Hay margen de mejora, y estos problemas se acabarán solucionando a poco que los insulares vuelvan a tener la poseción del balón en alto número, y se disponga de nuevo del equipo "base" que comenzó la liga a tan alto nivel.

El Rayo puede ser el rival perfecto para que se recupere y reactive la ilusión y la confianza en un proyecto lleno de futuro, pero que como todo proyecto que empieza, necesita su tiempo para ser pulido y perfeccionado.

Noticias relacionadas

Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.

El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.

Su juego en el Arsenal conllevó un traspaso al Aston Villa, por 20 millones de libras. Con ello, se ha convertido en el portero más valioso de la historia argentina. Tras su debut, en junio, con la selección argentina, Damián Emiliano Martínez se ha convertido en el héroe de su selección, dando el pase a la final de la Copa América.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto