Con tan solo dos goles recibidos en las últimas cinco jornadas, el Girona parece haber encontrado la fórmula en clave defensiva. Ante el Elche, los de Agné no pasaron ningún apuro, sumaron un punto más y ya son cinco las jornadas que llevan sin perder.
Un sabio dijo una vez que el mejor ataque es una buena defensa. A ese principio parece haberse agarrado el Girona, que en los últimos cinco partidos se ha mostrado muy firme y seguro de medio campo para atrás. Una portería a cero es garantía de puntos, y fuera de casa estos son muy difíciles de cosechar. Puntito a puntito, los gerundenses han entrado en una dinámica positiva de victorias en casa y empates a domicilio. Media inglesa pura y dura, un seguro si el objetivo es la salvación.
Ni una concesión al Elche
El planteamiento de Raúl Agné no ofrecía mucho lugar a las dudas en el partido del sábado pasado. El Girona saltó al césped del Martínez Valero con un 4-3-3 muy combativo, con una línea de tres en el centro del campo más dedicada a la destrucción que a la construcción. El trivote formado por Ángel, Tébar y Dorca anuló el juego de creación del Elche, que solo llegó a intimidar en algún disparo lejano.
La nota negativa fue el pobre bagaje ofensivo de los rojiblancos. Una ocasión de Despotovic a los 40 segundos y un lanzamiento de falta de Moha en el descuento fueron los únicos asaltos a la portería defendida por Willy Caballero, que vivió un partido realmente plácido. Jandro apenas entró en juego, y sin él los gerundenses fueron incapaces de conectar con Despotovic y Peragón.
Faltará ver, entonces, si el Girona es capaz de combinar la solidez defensiva con el juego de ataque fluído que está demostrando en Montilivi. En los últimos tres desplazamientos, los de Agné se han mostrado bastante inofensivos a delante, pero muy firmes detrás, y han conseguido puntuar en los tres.
Siguen sin ganar fuera de casa
Pese a lo positivo de los tres empates en los tres últimos desplazamientos, el Girona sigue con una cuenta pendiente. Y es que lejos de Montilivi, los rojiblancos todavía no conocen el triunfo. Dos jornadas seguidas fuera de casa eran una buena oportunidad para romper el maleficio, pero tanto en Las Palmas como en Elche no pudieron pasar del empate. El próximo partido a domicilio tampoco parece el más propicio, ya que visitan el campo del Rayo, segundo en la clasificación.
Antes de eso, los de Raúl Agné vuelven este fin de semana a Montilivi, su fortín. Con cuatro triunfos, un empate y tan solo un derrota, parece claro que el Girona se abona al dicho de “como en casa, en ningún sitio”. El rival será un Salamanca metido de lleno en la pelea por las plazas de la zona alta. Los de Óscar Cano llegarán tras vencer al Las Palmas y situados en la cuarta posición de la tabla, empatado a puntos con el Barcelona B. Será. Sin duda, una buena prueba de nivel para un Girona que busca meterse en la zona tranquila de la clasificación.