Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Etiquetas | Cosas mías
Rodrigo Gil

Mourinho, blanco de las iras ajenas

|

Es complejo hacer un frío análisis de lo que acontece en el tema del día sí y día también para la prensa: José Mourinho. Pero vamos a intentarlo. Si nos atenemos a los hechos de los últimos días, el portugués mandó “a la mierda” al colegiado Paradas Romnero. Sentencia: dos partidos de sanción. Hasta aquí, correcto. Esta semana, aprovechando que Mourinho viajaría el domingo a Gijón, Preciado le tenía una bala preparada en la recámara: “Mourinho es un canalla y un mal compañero” por lo de la alineación del Sporting en Barcelona. Sentencia: sin sanción. Resultado: visita del Madrid a Gijón con 500 exaltados gritando “¡Mourinho, muérete!” y el luso en un palco del Molinón escoltado por cuatro guardaespaldas y con la seguridad del equipo local en alerta máxima. ¿Estas últimas declaraciones no generan violencia, señores de los Comités de Competición? Y encima, sin arrepentirse del fondo de las mismas tras el choque. ¡Qué escándalo! Por favor…

Vamos a ver, al ritmo que camina Mourinho y su Madrid esto puede llegar a tener tintes de tragedia. Desgraciadamente, es posible que un día el luso acabe en el hospital por algún, monedazo, botellazo, cochinazo o similar, y si no, al tiempo. Y no se puede consentir que el fútbol español –ahora que es el ejemplo del mundo- llegue a esto nunca más, porque aquí Mourinho no ha venido a hacer amigos, ha venido a ganar títulos como ya ha demostrado con un Inter que era una ruina.
La proclama de Preciado la han refrendado –aunque con la boca pequeña- los Lotina, Pochettino y compañía. Pero parece algo más que una moda, porque el ínclito Johan Cruyff le ha pegado de lo lindo y Sandro Rosell –que parecía el mudito de los hermanos Marx- ha abierto la boca para prepararle a Mourinho el infierno culé del 29-N.

El único que se está mordiendo la lengua, y ocasiones diarias no le faltan, es Pep Guardiola, que conoce bien al Mourinho más peligroso, el del prepartido y el del minuto 91, que en eso el portugués se maneja como nadie, esa es la verdad. La situación se está volviendo peligrosa porque, por vez primera, los cánticos a Mourinho fuera de casa se han convertido en serias amenazas y de ahí a la violencia colectiva y gratuita hay un paso.

No caigamos en los errores del pasado y si un entrenador manda a otro “con los Ultra Boys”, merece una sanción ejemplar por incitar a la violencia. Sea quien sea o se llame como se llame. Mourinho está removiendo conciencias (con sus errores también) pero no durará mucho en el fútbol español mientras haya mentalidades trogloditas que le tienden emboscadas dando pie a un fondo entero para apedrear un autocar.

Mourinho, blanco de las iras ajenas

Rodrigo Gil
Rodrigo Gil
lunes, 15 de noviembre de 2010, 08:58 h (CET)
Es complejo hacer un frío análisis de lo que acontece en el tema del día sí y día también para la prensa: José Mourinho. Pero vamos a intentarlo. Si nos atenemos a los hechos de los últimos días, el portugués mandó “a la mierda” al colegiado Paradas Romnero. Sentencia: dos partidos de sanción. Hasta aquí, correcto. Esta semana, aprovechando que Mourinho viajaría el domingo a Gijón, Preciado le tenía una bala preparada en la recámara: “Mourinho es un canalla y un mal compañero” por lo de la alineación del Sporting en Barcelona. Sentencia: sin sanción. Resultado: visita del Madrid a Gijón con 500 exaltados gritando “¡Mourinho, muérete!” y el luso en un palco del Molinón escoltado por cuatro guardaespaldas y con la seguridad del equipo local en alerta máxima. ¿Estas últimas declaraciones no generan violencia, señores de los Comités de Competición? Y encima, sin arrepentirse del fondo de las mismas tras el choque. ¡Qué escándalo! Por favor…

Vamos a ver, al ritmo que camina Mourinho y su Madrid esto puede llegar a tener tintes de tragedia. Desgraciadamente, es posible que un día el luso acabe en el hospital por algún, monedazo, botellazo, cochinazo o similar, y si no, al tiempo. Y no se puede consentir que el fútbol español –ahora que es el ejemplo del mundo- llegue a esto nunca más, porque aquí Mourinho no ha venido a hacer amigos, ha venido a ganar títulos como ya ha demostrado con un Inter que era una ruina.
La proclama de Preciado la han refrendado –aunque con la boca pequeña- los Lotina, Pochettino y compañía. Pero parece algo más que una moda, porque el ínclito Johan Cruyff le ha pegado de lo lindo y Sandro Rosell –que parecía el mudito de los hermanos Marx- ha abierto la boca para prepararle a Mourinho el infierno culé del 29-N.

El único que se está mordiendo la lengua, y ocasiones diarias no le faltan, es Pep Guardiola, que conoce bien al Mourinho más peligroso, el del prepartido y el del minuto 91, que en eso el portugués se maneja como nadie, esa es la verdad. La situación se está volviendo peligrosa porque, por vez primera, los cánticos a Mourinho fuera de casa se han convertido en serias amenazas y de ahí a la violencia colectiva y gratuita hay un paso.

No caigamos en los errores del pasado y si un entrenador manda a otro “con los Ultra Boys”, merece una sanción ejemplar por incitar a la violencia. Sea quien sea o se llame como se llame. Mourinho está removiendo conciencias (con sus errores también) pero no durará mucho en el fútbol español mientras haya mentalidades trogloditas que le tienden emboscadas dando pie a un fondo entero para apedrear un autocar.

Noticias relacionadas

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto