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Red Bull lo ha logrado. Tras conseguir brillantemente el título de constructores, su piloto estrella se ha coronado como ganador en un Mundial irrepetible. Alonso y su Ferrari no fueron capaces de alcanzar una cuarta plaza que deja con sabor agridulce una temporada magnífica.
Roberto Carrera / SIGLO XXI
El heredero natural de Schumacher ya tiene el primero en el bolsillo (© RBR) |
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Vettel culmina la dictadura de Red Bull y se hace con el Mundial más disputado | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
El alemán se convierte en el piloto más joven en ganar el campeonato de F1 | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Red Bull lo ha logrado. Tras conseguir brillantemente el título de constructores, su piloto estrella se ha coronado como ganador en un Mundial irrepetible. Alonso y su Ferrari no fueron capaces de alcanzar una cuarta plaza que deja con sabor agridulce una temporada magnífica. Roberto Carrera / SIGLO XXI
Con lágrimas en sus ojos, y atravesando la última línea de meta del año, Vettel se ponía por primera vez líder del campeonato cuando más importancia tiene. Así son las carreras, y así es el deporte. Quizá sea una manera demasiado trillada de comenzar la crónica de la última prueba de la temporada, pero tras 55 vueltas al circuito de Yas Marina, cualquier otra reflexión será únicamente un añadido literario. Sebastian Vettel, ante la decepción general de la afición española, ha conseguido proclamarse como digno Campeón del Mundo (con mayúsculas), en lo que seguramente ha sido la edición más espectacular en la historia de la Fórmula 1. Cinco victorias y diez ‘poles’ reflejan la superioridad de un piloto excepcional, al que tan sólo problemas mecánicos le han obligado a esperar hasta al último GP del año para conseguir el título. Ha mantenido la frialdad cuando la desesperación dominaba a la escudería austríaca, y la victoria final recompensa un proyecto casi perfecto. A Red Bull le ha salido bien la polémica estrategia de equipo. Enarbolando la bandera del juego limpio, han apostado por un evidente favoritismo que ha dejado a Webber en una difícil posición dentro de la escudería de las bebidas energéticas. Pero los resultados son los que hablan en deporte, por lo que la crítica se convierte en pataleta con el doble título mundial alcanzado. Ignorar la maravillosa campaña de Fernando Alonso sería una injusticia mayúscula. El bicampeón ha conseguido mantener hasta el último suspiro una oportunidad que su F10 no podía imaginarse. Las últimas carreras ratifican su maestría con el volante, y lo confirman como el piloto más brillante de toda la parrilla actual. Un cúmulo de despropósitos le han impedido alcanzar el tricampeonato. Pero que la frustración de hoy huya rápidamente. A Schumacher le llevó cinco años ganar con Ferrari. Al genio asturiano, si Ferrari mantiene la línea de trabajo, le faltará mucho menos. Controlando al rival equivocado Fue una carrera de tensión insuperable. Con Charlie Whiting acomodado en su cabina y los corazones de millones de aficionados luchando por mantenerse en su sitio, la última función del año comenzó de la manera esperada. Los McLaren demostraron su tradicional buen arranque y Button no tuvo problemas para superar a un Fernando Alonso poco amigo de entrar en batallas tempranas. Para mayor desgracia del asturiano, el MP4-25 de Hamilton no pudo alcanzar un primer puesto que dejaba a Vettel con media victoria garantizada. El marcaje a Webber fue intenso. El emparedado Ferrari centró su objetivo en el australiano, sin percatarse que el gran enemigo comenzaba su particular rutina de vueltas rápidas en cabeza. Antes de la batalla entre favoritos, Schumacher cruzó su Mercedes para despedir su 'annus horribilis', colisión brutal con el Force India de Liuzzi incluida. Coche de seguridad que permitía enfriar los ánimos a todos los protagonistas. Petrov y Rosberg entraron. Dato anecdótico a estas alturas. Decisivo en la carrera. Webber confunde a Ferrari Problemas con las gomas traseras encendieron las alarmas en el box de Red Bull. Apenas doce giros disputados y el RB6 entraba en el garaje a realizar el cambio de ruedas. La situación era de tensión máxima. ¿Webber o Vettel? ¿A quién se debía prestar atención? La ‘Scuderia’ optó por lo más obvio. Y lo pagó caro. Massa primero y, dos vueltas más tarde Fernando, visitaron a los mecánicos condenando sus posiciones de privilegio en pista. La gran labor de Alguersuari reteniendo a Mark Webber (sin órdenes de equipo, no era Vettel) dejó al asturiano delante del hasta entonces segundo clasificado en el Mundial. Fernando voló, pero una vez dio alcance a un Petrov inspirado, la pesadilla detrás del Renault se alargó hasta la eternidad. Lo intentó desde todas partes, pero el motor francés humilló la potencia del ‘Cavallino’. Los R-30 aguantaban sin problemas la presión de Alonso por detrás y Hamilton por delante, que tras su cambio de gomas se encontró el mismo regalo amarillo. Ningún simulador podría haber vaticinado este desastre. Vettel se sube al Olimpo Tocaba adelantar. Lo que se planteó como una carrera plácida se había convertido en una lucha de supervivencia extrema. Petrov no tuvo fisuras y la estrategia de Red Bull dejaba a Sebastian Vettel el camino libre hacia el Mundial. Hamilton intentó evitar que el alemán le robara el título honorífico de campeón más joven, pero hoy todas las circunstancias se alinearon a favor del nuevo rey de la Fórmula 1. Ha sido un año brillante, un espectáculo pocas veces contemplado. Tres escuderías luchando cara a cara hasta el último GP, con un sistema de puntuación que ha revitalizado el ‘Circo’ de Ecclestone. La F1 descansará unos meses con el retorno de un alemán a su trono. El año que viene, toca revancha. |
La nueva serie documental de DAZN contará con cuatro episodios que se estrenarán cada miércoles, a partir de hoy. ‘Ruta 46 - Ruta 93, el camino de dos mitos’ aborda la figura de dos iconos del mundo del motor con una mirada diferente. En este caso, el protagonismo lo cobran los personajes secundarios alejados de los focos mediáticos pero que, sin duda, han sido decisivos para su crecimiento personal y éxitos deportivos.
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