Hace unos días se confirmaba las fechas de rodaje, estreno y algún que otro nombre del reparto para la esperada película “El Hobbit”. Martin Freeman, el actor que dará vida al protagonista de la historia, Bilbo Bolsón, y que se encuentra en España rodando bajo las órdenes del catalán Marçal Forés, confirmaba algo que se sospechaba, aún no hay guión. Tras los largos retrasos por culpa de los problemas financieros de la Metro-Goldwyn-Mayer, el que iba a ser director del proyecto, Guillermo del Toro, se vio obligado a abandonarlo. En su agenda figuraba trasladarse a Nueva Zelanda y vivir allí durante 3 años para dirigir y supervisar la producción de la película. Finalmente, pasaron dos y todavía no se había comenzado a filmar (aunque sí a realizarse los diseños). Obligado por las circunstancias, Peter Jackson, que no quería involucrarse más allá del guión y la producción de esta nueva franquicia, parece ser que tomará el relevo al mexicano. Por otro lado, se sabe que las fechas de estreno están programadas para diciembre de 2012 y 2013. Exacto, eso quiere decir que habrá dos partes. Está claro que MGM sabe que aquí hay un filón, más aún viendo que la trilogía de “El señor de los anillos” recaudó cerca de 2.200 millones de euros en todo el mundo. Y es que el cine o productos (merchandising, cómic, series online,…) para fans y/o ‘frikis’ está teniendo una más que notable rentabilidad.

Claros ejemplos de ello pueden ser la serie “The Guild” o la película “Metal Gear Solid: Philanthropy”. Es interesante destacar que la distribución de este tipo de productos se realiza en su gran mayoría a través de Internet. El primero de estos casos empezó financiándose a través de PayPal con los donativos de los aficionados. Posteriormente, se interesaron compañías como Microsoft al ver el tirón de la serie. El argumento es simple, aborda las vivencias de seis adictos al ‘World of Warcraft’ que forman una ‘guild’ o gremio con sus personajes dentro del juego. La trama principal se desencadena cuando uno de estos miembros visita a la protagonista (y creadora) de la serie, cargado con una mochila y el portátil en mano, dispuesto a irse a vivir con ella. El segundo de los casos es similar al primero. Un aficionado (‘freak’) escribe un guión y lo promueve dentro de un entorno que tiene las mismas inquietudes para sacar un proyecto adelante. ‘MGS: Philanthropy’ costó menos de diez mil euros y será distribuída en tres partes, de las cuales hace algo más de un año se estrenó la primera (que está disponible en la web oficial tanto en streaming como en descarga directa). Hive Division es el nombre de la asociación italiana de aficionados al cine y a este videojuego de Konami que llevaron a cabo la proeza de trasladar a un largometraje las aventuras de Solid Snake manteniendo, pese a sus limitaciones, buena parte del espíritu que se vivía a través de la consola. Cine para ‘frikis’ hecho por ‘frikis’. Además, eventos como ‘Comic-Con’ cada vez son más frecuentados por las grandes estrellas del celuloide para promocionar sus nuevos trabajos. Si en los años ochenta se empezaron a poner de moda las películas de adolescentes con gran éxito gracias a directores como el fallecido John Hughes, bajo la premisa: “los adolescentes tienen dinero y no saben en qué gastarlo”, ahora parece ser que el poder lo tiene otro sector de la población.

‘Scott Pilgrim contra el mundo’ (‘Scott Pilgrim vs. The world’) es una película de adolescentes y para adolescentes que se estrenó ayer en nuestros cines y que está basada en un cómic de Bryan Lee O’Malley. Esto último no tiene porqué significar que sea un producto para el público ‘freak’, pero en este caso en concreto se da esa situación. Tan sólo hace falta echar un vistazo al trailer para darse cuenta de las referencias a videojuegos e imaginario fantástico y de superhéroes que contiene. Y es que las historias de mutantes o personas con superpoderes son algo cada vez más frecuente tanto en la pequeña como en la gran pantalla. Series como ‘Heroes’ e intentos reiterados de adaptaciones de cómics de Marvel, DC o novelas gráficas han copado las carteleras y la televisión en los últimos años a ritmo de efectos especiales.

No obstante, sería un error limitarnos a decir que los ‘frikis’ son aquellos seguidores de mundos de fantasía, ciencia ficción y superhéroes, lectores de cómics, jugadores de rol, etc (o limitarlo a su origen etimológico de ‘rarito’, como nos mostró Tod Browning en el clásico). El término es y debe ser más amplio. El pasado miércoles en Canal Plus dio comienzo lo que esperemos que se convierta en un ciclo de ‘cine basura’. Venía acompañado de los comentarios de tres expertos en la materia (José Viruete, Paco Fox y Xavi Puig), accesibles a través del segundo canal de audio o mediante la página web ‘Plus.es’ en Internet. Además, los usuarios de Facebook y Twitter podían participar en vivo. La propuesta parece que tuvo una moderada acogida, pero si por algo se caracterizan los fans y sobre todo los ‘frikis’ es por su fidelidad. Y es que el fanático, a veces obsesivo, de alguna de estas fuentes de ocio, cultura o conocimiento, responde a un estereotipo limitado, arcaico y peyorativo que deberíamos de ir suprimiendo. No recuerdo quién fue el que comentó una vez aquello de que “lo único que merece la pena ver en la televisión hoy día, son los trabajos de Pixar y de la HBO”. La afirmación tal vez sea cierta, pero también lo es aquella máxima que nos recuerda que las cosas se reinventan o están destinadas a desaparecer. Y la televisión, tomando buena nota de ello, está mutando hacia una apuesta más libre, inmediata y flexible, la red.