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Roberto Berrondo

De la adopción, la ley de imputabilidad y golpistas

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La ley del Homo-Demens.

Una terrible situación acontece en estos días al sur del mundo. Uruguay discute castigo y severidad ante a niños/as adolescentes. Demagogia en los medios, nadie escucha a quienes tienen los conocimientos necesarios. Buscan rédito político sin miramientos acerca del abismo y cultivan odio.

Las viejas tácticas siguen funcionando, la receta infalible de fomentar el miedo.

Como no los pueden tapar y están ahí, y molestan, entonces los quieren encerrar. No profesan su rehabilitación, no arriesgan en ello, en proponerles una opción. Son un paisaje feo, desagradable a sus ojos. No preocupa si están cosiendo ropa de marca tan sólo por el plato de comida. No les molesta que coman basura, pero sí molesta si lo hacen frente a ellos. No les duele. No sienten la vergüenza de ser privilegiados.

Quieren encerrar chicos de 14 años en prisiones compartidas con adultos mayores. Esa es la verdad. En lo posible lejos de la ciudad, donde no se vean. Ocultan un deseo promiscuo, “formar esclavos aceptados por la sociedad, esclavos de hecho.”

-Que piquen piedras- afirman, - Que laven la mierda- comentan otros, - total son unos mugrientos- piensan. Y me pregunto, ¿a que cárcel irán aquellos que le robaron su niñez?, ¿a dónde van los responsables de la asaltada década de los 90? ¿Y los dictadores que aumentaron la deuda pública de manera infinita?.

Uruguay es muy raro, la misma gente que defiende la “Ley de Caducidad”, una ley castigada mundialmente por intentar proteger a terroristas de estado, propone encarcelar a chicos de 14 años en cárceles de mayores. Para quienes conocemos a estos personajes es normal escucharles – ¿Acaso quieren viejitos presos?, unos "pobres viejitos" militares, que cometieron algunas equivocaciones-. ¿Dualidad de criterio? Seguro.

Estas personas atormentaron la sociedad civil por más de una década. Secuestraron, violaron, asesinaron y desaparecieron. Ejercieron terror desde el Estado. Un terror que dura hasta nuestros días, sin embargo para ellos piden cárceles especiales. ¿Para protegerlos de quién?, ¿acaso nos son personas entrenadas?, ¿de qué se tienen que cuidar?

Las leyes internacionales toman como punto de partida el concepto reconociendo al niño como sujeto de derecho en proceso de desarrollo, a esto se le llama “Doctrina de Protección Integral”. Más aun convierte en una tontería esas ideas, cuando el 50% de los niños en nuestro país nacen en la pobreza. Pobreza a causa de paupérrimas decisiones en décadas, incluyendo la etapa de facto bajo el mando del padre de uno de los mayores promotores de esta medida. Vale decir que en 10 años encerraríamos a la mitad de la población...

Sin embargo me quedan algunas dudas, que me gustarían respondieran.

Los adolescentes ya son castigados por crímenes desde los 13 años. Inclusive con privativas de libertad. Por eso existe por ejemplo la Colonia Berro. Podríamos decir entonces que el único cambio sería el enviarlos con adultos a compartir celdas.

¿Cambian una ley, para hacer lo que ya se hace?, calculo que esto es demagogia para la gente mal informada.

¿Si van a hacer lo que ya se hace, por qué no proponen mejoras en la atención? Y no cambiar una ley internacional, para hacer lo que ya se hace. O plantean una alternativa.

¿Ah, quizás deseen encerrarlos por más tiempo?

¿Lo propuesto es encerrar de por vida al recambio generacional por haber nacido en el lugar y en el momentp inapropiado?

Si queremos encerrar jóvenes de 14 años de por vida, por rapiña ¿Qué cantidad de años daríamos por expropiación de bebés?, ¿Qué cantidad de años por torturas?, ¿Qué cantidad de años por violaciones?, ¿Y por castrar en plena tortura a un joven, cuántos años?

Ah, no, claro, me olvidaba, ellos defienden la ley de Caducidad que no permite juzgar militares.

En Uruguay 7840 niños/as y adolecsentes están en situación de calle. Una cuarta parte están solos sin adultos presente, antes de encerrarlos ¿no sería mejor ayudarles a tener una familia?

Mil novecientos sesenta niños no tienen un adulto a su lado, el 74 % de los niños adoptados son entre 0 – 2 años luego de eso están destinados a permanecer solos. ¿No sería mejor permitir que las miles de parejas gay los puedan adoptar? En todo caso ya los une el ser discriminados.

Otra casualidad, los mismos que proponen esta torpeza demagógica, tampoco están de acuerdo con la adopción entre parejas de un mismo sexo, que sin duda resolvería una gran porción de los chicos librados a la suerte. Porque está claro, si un niño agarra un fierro, en vez de una crayola para dibujar, es que no tiene a quién mostrárselo. Porque está claro, que si un adolescente necesita robar para la pasta base, seguro no tiene un amor que conquistar.

Les privamos oportunidades, nacen ya marginados, los matamos de hambre, los queremos esconder y como no funciona los queremos encerrar, de ahí a matarlos hay un corto plazo, si es que esto no es una forma de matarlos.

Para solucionar estos temas, no podemos depender de profesionales eruditos solamente, también necesitamos la familia y el Estado.

No les privemos de tener familia y amor. Invirtamos en nuestro futuro y en el de ellos. No construyendo cárceles hacinadas, que fermentan gérmenes y delincuentes profesionales. Más bien comprometámonos a mayor educación y oportunidades.

No puedo evitar preguntarme qué les duele más ¿Qué roben o que piensen?

De la adopción, la ley de imputabilidad y golpistas

Roberto Berrondo
Roberto Berrondo
viernes, 12 de noviembre de 2010, 23:15 h (CET)
La ley del Homo-Demens.

Una terrible situación acontece en estos días al sur del mundo. Uruguay discute castigo y severidad ante a niños/as adolescentes. Demagogia en los medios, nadie escucha a quienes tienen los conocimientos necesarios. Buscan rédito político sin miramientos acerca del abismo y cultivan odio.

Las viejas tácticas siguen funcionando, la receta infalible de fomentar el miedo.

Como no los pueden tapar y están ahí, y molestan, entonces los quieren encerrar. No profesan su rehabilitación, no arriesgan en ello, en proponerles una opción. Son un paisaje feo, desagradable a sus ojos. No preocupa si están cosiendo ropa de marca tan sólo por el plato de comida. No les molesta que coman basura, pero sí molesta si lo hacen frente a ellos. No les duele. No sienten la vergüenza de ser privilegiados.

Quieren encerrar chicos de 14 años en prisiones compartidas con adultos mayores. Esa es la verdad. En lo posible lejos de la ciudad, donde no se vean. Ocultan un deseo promiscuo, “formar esclavos aceptados por la sociedad, esclavos de hecho.”

-Que piquen piedras- afirman, - Que laven la mierda- comentan otros, - total son unos mugrientos- piensan. Y me pregunto, ¿a que cárcel irán aquellos que le robaron su niñez?, ¿a dónde van los responsables de la asaltada década de los 90? ¿Y los dictadores que aumentaron la deuda pública de manera infinita?.

Uruguay es muy raro, la misma gente que defiende la “Ley de Caducidad”, una ley castigada mundialmente por intentar proteger a terroristas de estado, propone encarcelar a chicos de 14 años en cárceles de mayores. Para quienes conocemos a estos personajes es normal escucharles – ¿Acaso quieren viejitos presos?, unos "pobres viejitos" militares, que cometieron algunas equivocaciones-. ¿Dualidad de criterio? Seguro.

Estas personas atormentaron la sociedad civil por más de una década. Secuestraron, violaron, asesinaron y desaparecieron. Ejercieron terror desde el Estado. Un terror que dura hasta nuestros días, sin embargo para ellos piden cárceles especiales. ¿Para protegerlos de quién?, ¿acaso nos son personas entrenadas?, ¿de qué se tienen que cuidar?

Las leyes internacionales toman como punto de partida el concepto reconociendo al niño como sujeto de derecho en proceso de desarrollo, a esto se le llama “Doctrina de Protección Integral”. Más aun convierte en una tontería esas ideas, cuando el 50% de los niños en nuestro país nacen en la pobreza. Pobreza a causa de paupérrimas decisiones en décadas, incluyendo la etapa de facto bajo el mando del padre de uno de los mayores promotores de esta medida. Vale decir que en 10 años encerraríamos a la mitad de la población...

Sin embargo me quedan algunas dudas, que me gustarían respondieran.

Los adolescentes ya son castigados por crímenes desde los 13 años. Inclusive con privativas de libertad. Por eso existe por ejemplo la Colonia Berro. Podríamos decir entonces que el único cambio sería el enviarlos con adultos a compartir celdas.

¿Cambian una ley, para hacer lo que ya se hace?, calculo que esto es demagogia para la gente mal informada.

¿Si van a hacer lo que ya se hace, por qué no proponen mejoras en la atención? Y no cambiar una ley internacional, para hacer lo que ya se hace. O plantean una alternativa.

¿Ah, quizás deseen encerrarlos por más tiempo?

¿Lo propuesto es encerrar de por vida al recambio generacional por haber nacido en el lugar y en el momentp inapropiado?

Si queremos encerrar jóvenes de 14 años de por vida, por rapiña ¿Qué cantidad de años daríamos por expropiación de bebés?, ¿Qué cantidad de años por torturas?, ¿Qué cantidad de años por violaciones?, ¿Y por castrar en plena tortura a un joven, cuántos años?

Ah, no, claro, me olvidaba, ellos defienden la ley de Caducidad que no permite juzgar militares.

En Uruguay 7840 niños/as y adolecsentes están en situación de calle. Una cuarta parte están solos sin adultos presente, antes de encerrarlos ¿no sería mejor ayudarles a tener una familia?

Mil novecientos sesenta niños no tienen un adulto a su lado, el 74 % de los niños adoptados son entre 0 – 2 años luego de eso están destinados a permanecer solos. ¿No sería mejor permitir que las miles de parejas gay los puedan adoptar? En todo caso ya los une el ser discriminados.

Otra casualidad, los mismos que proponen esta torpeza demagógica, tampoco están de acuerdo con la adopción entre parejas de un mismo sexo, que sin duda resolvería una gran porción de los chicos librados a la suerte. Porque está claro, si un niño agarra un fierro, en vez de una crayola para dibujar, es que no tiene a quién mostrárselo. Porque está claro, que si un adolescente necesita robar para la pasta base, seguro no tiene un amor que conquistar.

Les privamos oportunidades, nacen ya marginados, los matamos de hambre, los queremos esconder y como no funciona los queremos encerrar, de ahí a matarlos hay un corto plazo, si es que esto no es una forma de matarlos.

Para solucionar estos temas, no podemos depender de profesionales eruditos solamente, también necesitamos la familia y el Estado.

No les privemos de tener familia y amor. Invirtamos en nuestro futuro y en el de ellos. No construyendo cárceles hacinadas, que fermentan gérmenes y delincuentes profesionales. Más bien comprometámonos a mayor educación y oportunidades.

No puedo evitar preguntarme qué les duele más ¿Qué roben o que piensen?

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