Ya sólo quedan dos Grandes Premios: Brasil y Abu Dabi. No hay más. Button se ha caído de la lucha por el título y ya son sólo cuatro los aspirantes a ganar el Mundial. No obstante, Vettel y Hamilton pueden estar demasiado lejos. Así pues, el mano a mano entre Fernando y Webber promete emociones fuertes, ya que el asturiano podría proclamarse campeón en Interlagos.

Sergio Garcia / SIGLO XXI

Fernando Alonso reconoció el asfalto de Interlagos junto a Andrea Stella (© Ferrari)

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Fernando Alonso puede dejar el Mundial sentenciado en Brasil. El bicampeón ovetense lidera la tabla clasificatoria con once puntos de ventaja respecto a su más inmediato perseguidor, el australiano Mark Webber. El de Red Bull tratará de quedar por delante del español para así recortar puntos en la general y afrontar la última carrera con opciones por el Mundial.

En cambio, a Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, sólo les vale la victoria y rezar para que suceda algo inesperado a Webber y Alonso. El piloto de Ferrari y el propio monoplaza están siendo muy constantes en este tramo final de campeonato, pero un toque inesperado o una rotura de motor, como le sucedió al Red Bull de Vettel el pasado Gran Premio de Corea, pueden echar por tierra sus aspiraciones para lograr la tercera corona.

Y es que en la Scuderia sí se están haciendo las cosas bien. Falta culminarlo en un Gran Premio que puede ser histórico. Si Fernando ocupa el primer cajón del podio en Interlagos y Webber acaba en quinta posición, el piloto español se proclamaría campeón antes de celebrarse la última carrera. No obstante, Mark Webber también depende de sí mismo: de ganar en Brasil y en Abu Dabi, el australiano lograría su primer título. Además, Alonso no ha ganado nunca en Interlagos.

El F10 de Ferrari ha mejorado muchísimo, pero el ritmo del RB6 de Red Bull parece inalcanzable. La mayor ventaja de la escudería del Cavallino Rampante es que Felipe Massa, el piloto número dos, está dispuesto a ayudar a su compañero de equipo. Mientras tanto, en el equipo de las bebidas refrescantes la lucha interna ha provocado el gran declive en las últimas fechas.

En definitiva, en un sentido antihorario y con una pista preciosa, marcada por sus fuertes desniveles, el Mundial afrontará su penúltimo asalto en uno de los circuitos con más encanto. Y encima nadie gozará de un motor a estrenar y la vida de los propulsores puede ser clave en estos dos grandes premios.

Alguersuari, esperanzado
Toro Rosso ya probó una versión del F-Duct en los libres de Corea, pero los tiempos no fueron muy significativos y no se aplicó la novedad durante el domingo, el día de la carrera. No obstante, Jaime Alguersuari sí confía y tiene esperanzas en poder contar con este ingenio para poder aspirar a los puntos en Brasil. Por su parte, la escudería española, Hispania Racing, se planta al otro lado del charco con la amenaza de Bernie Ecclestone. “El año que viene habrá que deshacerse de algunos inválidos”, advirtió el máximo mandatario de la F1.