Miren que lleva uno viendo fútbol. Tantos partidos, tantos años de campo en campo o por Tv. Tanto tiempo dedicado al rey de los deportes (¡carajo, toda mi vida!) y todavía uno no es consciente de que en el fondo, esto no es sino un juego de azar. Ok, en el que puedes influir de muchas formas en el resultado final...pero básicamente, se trata de un juego aleatorio.

Y no me refiero solamente a los resultados. Todos sabemos que pequeñísimos eventos aleatorios influyen sobremanera en el marcador final: Que el juez de línea haya dormido bien y ande fino en señalar los fueras de juego (que se lo pregunten al Madrid ayer en Milán), que el balón rebote en la mano de un defensa para que se te quede perfecto para rematar en el área (que se lo digan al delantero del Almería, Ulloa, en el partido de copa del pasado jueves en San Sebastián) o que el cuero le quede justo a Iniesta en la última jugada del partido (¿que sería del súper Barça sin ese gol del manchego en el campo del Chelsea hace tres años?)También me refiero a circunstancias del fútbol.

Imagínense la de posibles grandes jugadores, auténticos cracks mundiales, que están con apenas 30 años de reponedores en el supermercado del pueblo porque su representante no supo auparlo en su carrera a un equipo más grande y se le cortó la progresión. O la de Cristianos o Messis en la flor de su juventud que habrá en Portugal o Argentina como repartidores de periódicos porque tuvieron la mala fortuna de pisar en un hoyo de un desvencijado campo de provincial y se rompieron la rodilla.

Hay también otro tipo de fortuna. La que te manda estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Grandes jugadores que no encajaron en un proyecto en ese momento porque el propio proyecto no funcionaba y que acabaron estigmatizados o apartados para siempre. Es el caso de Ricardo Roberto Barreto da Rocha: El gran defensor, internacional por Brasil, Ricardo Rocha, un pedazo de central como la copa de un pino (estilo Pepe, para que ustedes vayan comparando) que se le ocurrió firmar por el Madrid de la quinta del Buitre. Los blancos llevaban 5 ligas consecutivas...y ya no habría más hasta un tiempo después. Pues el bueno de Rocha llegó justo en el primer año en el que los blancos dejaban su hegemonía nacional. Y por ello, a los dos años lo vendieron a su Brasil natal por cuatro duros. ¿Qué hubiese pasado si Rocha hubiese firmado solo un año antes?

Bueno, pues la suerte cuenta en muchas direcciones. Por ejemplo. ¿Hay alguien que sepa de qué juega o cuál es el cometido e Khedira, por ejemplo? Más allá del difuso papel de “ayudar a Xabi Alonso”, ¿alguien cree que este chico sea una pieza importante del Madrid? En su haber cuenta, además de un buen mundial con Alemania, haberle caído en gracia a Mou. Eso sí, y estar jugando de titular coincidiendo justo cuando el Madrid está empezando a arrollar a sus rivales.

Eso es todo.