Ya no existen calificativos para definir a Lionel Messi. Magnífico, soberbio, espectacular e inmenso. Con esto, sería quedarse corto. Y tan sólo es un chico de 23 años. Pero con un talento innato, un genio del balompié. Disfruta con el balón, sonríe con el esférico. Y además contagia a los demás, gusta y convence su timidez y enamora su juego.
Las comparaciones son odiosas, a la vez que inevitables. Cristiano Ronaldo está en un gran momento de forma. Es innegable. Sin embargo, la mayoría de sus tantos se deben a sus compañeros, que le sirven en bandeja los goles para que el portugués esté feliz. Por su parte, Messi se los fabrica por su cuenta para mantener al Barça en lo más alto.
Porque el Barça funciona, pero no carbura al cien por cien. Entre la lesión 'semi crónica' de Xavi Hernández, el cerebro del equipo, y la maldición de los postes, el Pep Team está sufriendo más de lo debido en este inicio de campaña. Lo que temporadas atrás se convertían en cómodas victorias, este año está costando sentenciar los partidos. La única excepción fue esta misma semana, cuando el Barça arrolló con contundencia al Sevilla.
Sin embargo, cuando parecía que el conjunto catalán recuperaba sensaciones, apareció el aguerrido Copenhague de Stale Solbakken para arrebatar dos puntos a los hombres de Pep Guardiola. El club barcelonista titubea y duda pero se mantiene. Porque tiene grandes jugadores y porque el potencial existe. Pero en la Ciudad Condal ya aparece el runrún típico y absurdo del seguidor sufridor. Señores, disfruten del mejor Barça de la historia.
Tras este paréntesis, es necesario explicar el porqué el F.C.Barcelona se mantiene en la cúspide. El motivo tiene nombre y apellidos y es de Rosario. Sí, Lionel Messi. El argentino lleva 14 goles en sus 12 partidos oficiales con la zamarra culé y está batiendo todos los récords en los dos primeros meses de curso. En el partido de Champions ante el equipo danés, la 'Pulga' marcó su gol número 100 con Pep Guardiola como entrenador. Además, lleva un año de ensueño, con 53 tantos en 52 encuentros. Una media de más de un gol por partido. Alucinante. Unos números que asustan y marean.
Dios no lo quiera, ¿Y si se lesiona la Pulga?
Gran problema. El Messi Club Barcelona no tiene colectivo. Mentira. Sí lo tiene, no existe un plan. Con un Villa ansioso y estrellado continuamente contra la madera, el futbolista de Rosario debe coger las riendas del equipo y ser el encargado de perforar las redes de los rivales. Bojan tampoco existe e Iniesta se descoloca con la camiseta azulgrana. Pedro está, se va y se luce, pero cuanto mejor juega menos gol tiene. Y Piqué parece más centrado en Shakira que en sus pugnas dentro de los terrenos de juego. Y Alves pendiente de su renovación....
En definitiva, el Barça mantiene la misma filosofía, con prácticamente los mismos hombres, aunque falta un plus. Guardiola lo sabe y se preocupa. Esta temporada la maquinaria aún no está engrasada. Pero no lo duden: el Barça volverá a demostrar su mejor versión. Esperemos. Al menos, por el bien del fútbol.