Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Presos de la libertad
Eduardo Cassano

La nueva generación de abuelas adolescentes

|

La semana pasada nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) un bebé cuya madre tiene 10 años. La menor es de origen rumano, algo que podría llevar a pensar a los más conservadores que se trata de otro problema racial, pero nada más lejos de la realidad. Cada año aumenta el número de madres adolescentes y según el INE este año se cerrará con 4.878 niños de madres menores de 18 años.

La Fiscalía de Sevilla ha abierto una investigación a la familia. Se trata de un problema de educación, no cabe duda y es probablemente en lo que todo el mundo esté de acuerdo, ¿pero quién es el verdadero responsable de este tipo de educación? Lo más lógico es que se apunte a los padres, ¿pero qué hay de la educación escolar, acaso el sexo no debería ser una materia importante en estos tiempos de tantas enfermedades por transmisión sexual? Y con educación escolar me refiero, obviamente, a clases teóricas; las clases prácticas que se impartieron en algunos colegios católicos por todo el mundo ya sabemos cómo acabaron… Por cierto, ¿qué clase de educación sexual ofrecen los colegios religiosos de nuestro país, a un niño cuya religión es inculcada por sus padres? Quizás son demasiadas preguntas incómodas, difíciles de contestar y fáciles de obviar; el resultado es la nueva generación que se avecina de abuelas adolescentes.

Cuando hablo de abuelas adolescentes me refiero, por poner un ejemplo al caso de Elena, la niña de 10 años que acaba de ser madre. Si tenemos en cuenta la teoría de las Constelaciones Familiares, que dice que las personas tendemos a repetir con demasiada frecuencia las mismas historias y dramas de nuestros antepasados, podemos encontrarnos en un futuro no muy lejano a una Elena con 20 años, madre de una hija de 10 que repita la historia de su madre y esté a punto de dar a luz, para convertirse en otra joven madre cuyo niño tendrá una muy joven abuela.

Pero como todo esto forma parte de una minoría social, casos excepcionales como se suele decir, y además estamos en un país donde prácticamente todas las cosas importantes se hacen despacio, tarde y mal, probablemente esta noticia pierda su valor en unos pocos días, hasta que dentro de unos pocos años nos encontremos delante de toda una realidad social que no sabremos cómo afrontar. Entonces nos preguntaremos el cómo y el por qué, sin reparar que para el cuándo ya teníamos respuesta y no se pusieron soluciones a tiempo.

La sociedad avanza de forma inexorable, o más bien retrocede hacía el futuro, a una forma de vida que poco o nada tiene que ver, ya no con la generación de nuestros padres o abuelos, sino la propia en la que se han educado las personas de mi generación que hoy tienen alrededor de los treinta años. Estamos hablando de un cambio tal vez demasiado grande para tan poco espacio de tiempo, y a buen seguro se trata de uno de los principales problemas de la situación actual que padecemos en España.

Para entendernos, de nada sirve tener el coche más bonito por fuera o cambiarle las ruedas y las pastillas de freno; si no prestamos atención a la correa de distribución y la cambiamos a tiempo, el coche termina diciendo basta. Y a este modelo de sociedad cada vez le queda menos tiempo de reacción.

La nueva generación de abuelas adolescentes

Eduardo Cassano
Eduardo Cassano
jueves, 4 de noviembre de 2010, 08:42 h (CET)
La semana pasada nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) un bebé cuya madre tiene 10 años. La menor es de origen rumano, algo que podría llevar a pensar a los más conservadores que se trata de otro problema racial, pero nada más lejos de la realidad. Cada año aumenta el número de madres adolescentes y según el INE este año se cerrará con 4.878 niños de madres menores de 18 años.

La Fiscalía de Sevilla ha abierto una investigación a la familia. Se trata de un problema de educación, no cabe duda y es probablemente en lo que todo el mundo esté de acuerdo, ¿pero quién es el verdadero responsable de este tipo de educación? Lo más lógico es que se apunte a los padres, ¿pero qué hay de la educación escolar, acaso el sexo no debería ser una materia importante en estos tiempos de tantas enfermedades por transmisión sexual? Y con educación escolar me refiero, obviamente, a clases teóricas; las clases prácticas que se impartieron en algunos colegios católicos por todo el mundo ya sabemos cómo acabaron… Por cierto, ¿qué clase de educación sexual ofrecen los colegios religiosos de nuestro país, a un niño cuya religión es inculcada por sus padres? Quizás son demasiadas preguntas incómodas, difíciles de contestar y fáciles de obviar; el resultado es la nueva generación que se avecina de abuelas adolescentes.

Cuando hablo de abuelas adolescentes me refiero, por poner un ejemplo al caso de Elena, la niña de 10 años que acaba de ser madre. Si tenemos en cuenta la teoría de las Constelaciones Familiares, que dice que las personas tendemos a repetir con demasiada frecuencia las mismas historias y dramas de nuestros antepasados, podemos encontrarnos en un futuro no muy lejano a una Elena con 20 años, madre de una hija de 10 que repita la historia de su madre y esté a punto de dar a luz, para convertirse en otra joven madre cuyo niño tendrá una muy joven abuela.

Pero como todo esto forma parte de una minoría social, casos excepcionales como se suele decir, y además estamos en un país donde prácticamente todas las cosas importantes se hacen despacio, tarde y mal, probablemente esta noticia pierda su valor en unos pocos días, hasta que dentro de unos pocos años nos encontremos delante de toda una realidad social que no sabremos cómo afrontar. Entonces nos preguntaremos el cómo y el por qué, sin reparar que para el cuándo ya teníamos respuesta y no se pusieron soluciones a tiempo.

La sociedad avanza de forma inexorable, o más bien retrocede hacía el futuro, a una forma de vida que poco o nada tiene que ver, ya no con la generación de nuestros padres o abuelos, sino la propia en la que se han educado las personas de mi generación que hoy tienen alrededor de los treinta años. Estamos hablando de un cambio tal vez demasiado grande para tan poco espacio de tiempo, y a buen seguro se trata de uno de los principales problemas de la situación actual que padecemos en España.

Para entendernos, de nada sirve tener el coche más bonito por fuera o cambiarle las ruedas y las pastillas de freno; si no prestamos atención a la correa de distribución y la cambiamos a tiempo, el coche termina diciendo basta. Y a este modelo de sociedad cada vez le queda menos tiempo de reacción.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto