Hace unos meses le pedía a una vieja amiga que me recomendara algo nuevo para actualizar mi discoteca personal. Ella me dijo “nuevo nuevo no te va a sonar pero estos chicos tienen algo”. Se refería a The Baseballs, un trío berlinés que se ha hecho hueco en la música convirtiendo actuales del pop comercial y la radio fórmula en aptos para el rockabilly de nuestros días.
Le hice caso a mi amiga, y como siempre que me dejo aconsejar por ella me llevé una divertida sorpresa. El primer impacto fue cachondo, ¿¡era Angels de Robbie Williams lo que sonaba en casa!? En efecto era, pero sonaba con mucho swing y a cuatro cuerdas: era el rítmico slap del contrabajo.
Sam, Digger, Basti y su banda son The Baseballs. No son ni Elvis Presley ni “el Asesino” Jerry Lee Lewis pero su legado está más que presente en sus voces, su estética retro y sus meneos sugerentes de cadera y rodilla que dan sentido a esa fórmula de conjugar la vida, de disfrute y desahogo, que vivía América en la época dorada del rock&roll. Benditos años 50.
Strike! (2009) Es su primer álbum y ha llegado a la cima en las listas de media Europa. Disco de oro en Alemania y Noruega, doble platino en Suiza y en Suecia; y cuádruple platino en Finlandia. Y ahora con Strike back, editado en junio de este año también por Warner, la banda lleva ya 400.000 copias colocadas en Europa. No está nada mal para una banda de veinteañeros que juega a hacer versiones.
Bien, este sábado llenaron en Madrid la sala Joy Eslava. No quedó ni una entrada de última hora a la venta. Chupas de cuero, tupés enlacados, cintas con nudo en la cabeza y una pista que se consumía bajo zapatos de baile con cordones, se amontonaban para ver de cerca a estos chicos que parecen haber salido de la máquina del tiempo. Y es que cuando The Baseballs abrió el concierto todo podría haber sido en blanco y negro.
Let’s get loud de Jennifer López y Umbrella, el hit de la excéntrica Rihanna con el que la banda dio el bombazo por vez primera, volvieron loco al público que comenzó a corear las canciones como si les fuera la vida en ello. ¿Cuánta gente, gracias a estos alemanes, se sabe hoy la prosa de éxitos de Lady Gaga, The Pussycat Dolls o Beyoncé?
Mucha cadera suelta había en Joy Eslava el viernes. The Baseballs sonaron poderosos hasta el cierre de sesión, que lo hicieron con la mejor de las versiónes: Hot n’ cold de Katy Perry. Un perfecto fin de fiesta.
”Cuando escuchas rock and roll, es tan importante lo que les pasa a tus oídos como lo que les ocurre a tus pies. Es escuchar música como si fueras niño. No piensas en el mensaje de las canciones. Simplemente sientes que te hacen feliz", dice Basti.
Sea lo que sea funciona. Me refiero a esa oleada de bandas europeas que apuestan por el rockabilly salvaje, juvenil y sensual. Aquel que se creía haber muerto entrados los 60.
Vinila von Bismark y Lucky Dados o los hermanos Kitty Daisy and Lewis están ahí para confirmar este revival.
Portada del disco.
|